LOS FAMOSOS FRENTE A LA ENFERMEDAD
III. EL AMBIENTE Y LA FAMA
En el artículo anterior señalábamos el caso de dos de nuestros pacientes famosos, padre e hijo, que aun teniendo la misma personalidad, afrontaban de distinta manera la enfermedad. Y me vienen ahora a la memoria otros casos de distinto comportamiento, aun con la misma personalidad, los cuales vienen a confirmar el hecho incuestionable que, además de la personalidad, existen otros factores externos a la misma, que la complementan o la modifican, y que podrían influir en la actitud que famosos, y no famosos, adoptaban en caso de estar enfermos. Y entre estos factores externos, que denominamos ambientales, tal vez podríamos incluir la fama, que puede modificar la personalidad, y por lo tanto la conducta, del famoso ante la enfermedad.
La fama, considerada como notoriedad, es una característica singular que hemos descubierto, y añadido, a una serie de personas, o conductas, o productos de las mismas, por la cual la distinguimos de las de su misma profesión, oficio, clase, material, etc. Pero para que le denominemos famoso, o famosa, además de poseer esa característica, se necesita un factor externo, ambiental, una caja de resonancia, la opinión de muchas personas que lo consideren como tal. Famoso a nivel local, regional, nacional, internacional, mundial, según la magnitud de ese espacio de resonancia. Y es esa característica, precisamente, la que podría influir en la personalidad del famoso, marcando su conducta, no solo ante la enfermedad, sino ante cualquier tipo de estrés.
Pero la fama es algo muy complejo, aunque aquí nos estemos refiriendo exclusivamente. a su vertiente de notoriedad, y tiene muchos grados, tipos, antigüedad, temporalidad, etc., que van a determinar su distinta influencia sobre la personalidad en cada circunstancia. No reacciona igual el que es famoso desde su nacimiento, por haber nacido en una familia que ya lo es, que el que lo esta logrando con gran esfuerzo, o el que ya está en el grado más alto de popularidad o por el contrario, el que ya la va perdiendo.
Y volviendo a casos reales, aunque no revele su nombre, ante mi tengo a la enferma que en plena popularidad se ve afectada por una grave enfermedad y recuerdo con que disconformidad, con que impaciencia, con que hostilidad hacia su entorno, con que irritabilidad, se enfrentaba con lo que la había venido, casi sin avisar, en el mejor momento de su vida profesional. Pero eso si, considerando, casi hasta el final, que lo que tenía era un obstáculo, un desafío, un reto, que había que superar, y con tesón se podía lograr una curación, aprovechando sus recursos físicos y psíquicos y con la ayuda de los avances de la medicina. Y por contraste en mi mente desfila otra paciente, querida y admirada en esos años, no sólo por mi, sino por muchos españoles, y que tuve que atender, como médico, cuando su popularidad ya había disminuido mucho y los promotores se estaban olvidando de ella. Ante una enfermedad, por envejecimiento prematuro, se enfrentó, con una afabilidad, con una tranquilidad, con una estabilidad emocional, con una resignación, que no parecía estar de acuerdo con su carácter y personalidad anterior. Aceptaba que sería muy difícil superar esta grave situación y no se veía ella con fuerzas y ánimos para vencer este obstáculo, ni tampoco que la medicina tuviera muchas soluciones para la causa de su mal. Son dos casos de afrontamiento muy distinto ante la enfermedad en dos personajes famosos a nivel internacional los dos y con personalidad y carácter muy parecido antes, pero con una diferencia en ese momento en el grado de esa fama y su repercusión social. Y podría aportar mas ejemplos reales de pacientes de los ámbitos artísticos, políticos, universitarios, militares, etc., pero creo que con estos dos de afrontamiento extremo es suficiente.
Para mis lectores, esta teoría y estos ejemplos, que en este artículo expongo, pueden servir para que conozcan un poco, y se interesen, en como reaccionan, en general, los pacientes famosos cuando se encuentran enfermos, aunque al no citar nombres el interés del relato pierda mucho y no suscite muchos comentarios. Pero para mi como médico, y para la manera de tratar al paciente, este conocimiento ha sido muy importante. Yo siempre he tenido en cuenta, en mi actuación profesional, estas palabras de Platón dirigidas a un médico " La administración de un medicamente debe ir acompañada de un bello discurso ". Cambié lo de bello por lo de eficaz y he procurado siempre hablar mucho con el paciente, y sobre todo, con la familia y el entorno, para conocer como se estaba afrontando la enfermedad por todos y tratar de controlar la situación creada, aprovechando mis muchos años de experiencia en muchos casos parecidos, y reconducir la misma, si fuera necesario, no solo para conservar la vida sino para dar mas calidad a esta.
Alejandro José Domingo Gutiérrez. Madrid 5 de Mayo del 2023
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