jueves, 29 de junio de 2023

                                        ADIÓS CARMEN. YO SI LO RECUERDO                                              

 Yo si lo recuerdo: Tú tenías 19 años y, aunque joven, ya eras famosa pues habías interpretado películas con actores importantes. Yo, no era nadie. Un estudiante, de dieciséis y pico años, estudiando séptimo de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid. Como ese año terminábamos la "Enseñanza Media", habíamos decidido los del curso hacer una cena y un viaje. Y teníamos que nombrar una madrina de la promoción, que junto al honor del nombramiento, tenía la carga de dar un donativo para ayudar a ese viaje. Y pensamos en tí Carmen, pues vivías casi en nuestro barrio y nos habían dicho que eras desprendida y generosa. Y con la osadía de la juventud, fuí el encargado, con otros dos compañeros, de ir a tu casa del cercano Paseo de Rosales para pedirte ese madrinazgo.

El portero, no nos dejó pasar, ni subir al piso, pero gracias a nuestra pesadez, e insistencia en no nos  marcharíamos  de la puerta , hasta poder conseguir nuestro propósito, cedió en llamar a Carmen por el telefonillo y exponerla el motivo de nuestra visita. «Pues que suban y me lo cuenten. Pero rapidito pues tengo mucho que hacer».

    Se abrió la puerta del piso, y era ella. Apenas nos dejó hablar, pues ya sabía lo que queríamos, y sonriente nos dijo que nos pusiéramos de acuerdo con su representante, por si fuera posible nuestra petición, y con un beso, y una sonrisa, nos despidió, mientras la puerta se cerraba. Y tres chavales de dieciséis y diecisiete años, durante unos segundos inolvidables, pudieron grabar en su mente, para siempre, la imagen de su ídolo Carmen Sevilla. Y, desde entonces, me convertí en su fan, escuchando sus canciones, viendo sus películas, riéndome con sus dichos y equivocaciones, contemplando en televisión sus actuaciones como presentadora, en resumen seguidor de todo lo que hacía.

    El reencuentro fue muchos años más tarde en casa de Rocío Jurado, durante un cumpleaños, fecha y lugar, donde he tenido la ocasión de conocer y tratar a una gran cantidad de celebridades de toda una época. Como es natural, no te acordabas Carmen de aquel encuentro fugaz en tu piso de Rosales, cuando nos presentó Rocío y que yo te recordé. Y nuestra charla empezó también con un recuerdo del pasado, de un lugar de África, donde los dos habíamos estado, aunque no coincidiéramos en el tiempo. Ella, en las navidades de 1957, como artista, con Gila, Marisol , y otros famosos, para alegrar las fiestas de los soldados que estaban en la Guerra de Sidi Ifni, defendiendo un territorio español. Yo, en el 1959, en las trincheras del frente estabilizado, como teniente médico del Tabor de Regulares, en ese mismo lugar. Y de la vida en aquel territorio hablamos. Luego la charla tocó temas ya civiles, de los que ya no me acuerdo, aunque aquello de Ifni, tanto por ella ,como por mí no estaba olvidado.

Y en aquella charla, como en alguna otra ocasión en que coincidimos, pude conocer algo de la personalidad de Carmen Sevilla. No voy a repetir todas las alabanzas que estoy leyendo, ayer y hoy, sobre su figura, pero sí afirmar que todo lo que se diga acerca de ella, de su sencillez, naturalidad, generosidad, bondad, lo pude comprobar personalmente. Pero para mí, de todo, yo resaltaría, la aguda inteligencia que tenía, lo lista que era, el gran sentido común que poseía, el optimismo y alegría que irradiaba. Y los comentarios, tan elogiosos, hacia sus compañeras y compañeros profesionales, lo cual no era tan frecuente, en esas épocas, en que cada artista, quería marcar su territorio.

Que lección me has dado Carmen, queriéndote retirarte así, tranquilamente, sin agotar el tesoro de popularidad que aún tenías. Y dejándonos, a tus admiradores, solo el recuerdo de todo lo bueno tuyo. Y muchas gracias por tu última lección para todos, admiradores o no, y es que conozcamos, también por la popularidad de tu imagen, que existe una enfermedad que necesita más atención por parte de la sociedad. Más atención y dinero para investigación para saber sus causas, más dedicación de los legisladores, para que dicten leyes y normas para que estén más protegidos los que la sufren, más número, preparación y emolumentos para sanitarios que puedan tratar a los paciente de esa enfermedad de la manera más adecuada, y sobre todo para los familiares y cuidadores, que piensen que el olvido es solo  perdida de una capacidad mental, muy importante, que lo notamos pronto, pero que hay otras capacidades que no se pierden, más relacionadas con las emociones y los sentimientos. Sentimientos que nosotros no apreciamos, pero puede que en nuestros pacientes existan, y que tal vez les haga sufrir. Sufrimiento que podemos aliviar nosotros, simplemente con ir a visitarlos a su casa o a la residencia, y llevarles unas palabras de cariño, cuando están solos, aunque estén con gente.

                                                Alejandro José Domingo Gutiérrez 

                                                   Madrid  29 de Junio del 2023.


jueves, 22 de junio de 2023

  

                                 HUMILLACION PARA MUJERES FUTBOLISTAS

        La noticia ha salido en todos los medios de comunicación "Las futbolistas de Suecia fueron obligadas a enseñar sus genitales para jugar el Mundial de 2011". La ex jugadora sueca Fischer hace esta denuncia en un libro recién publicado, y califica esta experiencia de "desagradable" y "humillante".

        Y la noticia me recuerda que, hace años, una atleta española también sufrió una experiencia "humillante" cuando pretendía participar en una competición mundial. Y que existen razones poderosas, para que ahora me venga a la memoria, y quiera comentar, algo que ocurrió durante los años 80 del siglo pasado y que debía haber quedado reflejado en mi blog y no lo estuvo por lo de guardar el secreto profesional. Pero en la prensa de esos años quedan recogidos los hechos. Y como ya es costumbre, en este blog, he llamado a mi reportero de cabecera, que es como si fuera mi otro yo, para que me interrogue sobre aquellos hechos, y estas son las preguntas y respuestas con las que espero no defraudarles

     ¿ Quién era la atleta y cuál fue la noticia ?

La noticia inicial, muy escueta, fue que la plusmarquista nacional de de ​​100 metros vallas, María José Martínez Patiño había decidido retirarse de una prueba de 100 metros vallas en la Universidad de Kobe, Japón en la que estaba inscrita, noticia que luego fue ampliada  refiriéndose a la existencia de un informe médico procedente de Kobe, que la aconsejaba retirarse por un problema cromosómico, que el Dr. Eufemiano Fuentes, de la Federación Española de Atletismo, lo resumió diciendo a sus allegados ¡Tengo una bomba !! La Pati es un tío !; según relató, El País. El informe de Kobe decía que su fórmula cromosómica era XY más propia de varón.

      ¿ Aceptó la Federación Española de Atletismo y la propia María José esta decisión?

La Federación consultó y remitió el informe a la Fundación Jiménez Diaz la cual, después de repetir los análisis, confirmó el diagnóstico de Japón, y en vista de ello la Federación retiró  la licencia para competir a Martínez Patiño. Esta no lo aceptó y acudió a dos médicos de su confianza, uno el Dr. Alejandro Domingo, endocrinólogo e internista, el mismo que le está contestando, y al Dr. Alberto Muñoz, de la Residencia Blume, que con ayuda del Dr. Charro y del laboratorio del Hospital Clínico de Madrid, hicimos un estudio clínico completo, tratando de demostrar que María José no tenía ventajas al competir, y es más, les di el nombre del síndrome que, en mi opinión, padecía María José, que era un padecimiento, por anomalía genética, más propio de mujeres que de hombres. Y su problema estaba en que, aunque tenía testosterona en su organismo, no podía utilizarla normalmente, para fortalecer su musculatura, ya que no era capaz de influir esta hormona en células, como era el músculo, cosa que ocurre normalmente en los hombres, en que si existe esa influencia, pues tienen receptores para la testosterona. Y si no pregúnteselo a los que se inyectan andrógenos para tener más musculatura y lo logran.

      ¿ Y qué pasó con ese informe suyo? 

Que con ilusión lo presenté ante la Comisión Científico Médica de la Asociación Internacional de Atletismo (IAAF) reunida en Helsinki, donde quedaron en estudiarlo, pero que lo presentase oficialmente en Seúl, para que conociéramos la decisión. Nuestro estudio, e informe, los presentó allí José María Odriozola, vicepresidente de la Federación Española. Y este fue el veredicto de la IAAF "Acordamos por unanimidad, presentar al Consejo directivo de la IAAF, una propuesta para que el control del sexo se realice de la manera más completa. Y desde este mismo momento se considera que  Martínez Patiño, por los estudios científicos que ha aportado, no goza de ninguna ventaja física para competir con mujeres"    “ Desde este momento la atleta María José Martínez Patiño es elegible para participar en pruebas atléticas femeninas”. Y apoyándose en esta propuesta de la IAAF, y basándose en los argumentos y razones científicas de nuestro estudio, se modificó totalmente la normativa para la determinación del sexo, en los siguientes Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo y Europeos, normativa que creo que permanece  hasta la fecha, aunque han tenido  que introducir, últimamente, algunas modificaciones por los avances científicos y la aparición de nuevas leyes sobre género. Y naturalmente, y por lo que nos afectaba, al día siguiente, desde España, devolvieron a María José la licencia para competir con mujeres donde quisiera y le devolvieron todos sus récords, medallas, títulos y el reconocimiento de que se había cometido una injusticia con ella.

        Como siempre, ¿Qué consecuencias prácticas debemos sacar de esta historia de María José Martínez Patiño? ¿Y qué enseñanzas sacó usted, participando, cómo su médico, en esta historia ?

Como norma general, es que no debemos quedarnos inactivos y con los brazos cruzados ante una decisión injusta, o por lo menos un dudosa, como la que sufrió María José. Que, siguiendo su ejemplo, debemos luchar contra quien sea, por alto que se encuentre, siempre con la ilusión, o la certeza, que nos asiste la razón. Y acudir a expertos, que compartan esa ilusión, pero que también acepten, compartir esfuerzos y sacrificios por lograr el objetivo. Y esto es lo que hizo María José, encontró quien la ayudará y por eso triunfó ante los prebostes oficiales, que la condenaron sin dejarla defenderse siquiera. En una carta que María José recibió del Director Técnico de la Real Federación Española de Atletismo en aquella época, Carlos Gil, decía “lamento mucho que una normativa deportiva que se había podido revisar te haya causado tanto sufrimiento y dolor…”       

      ¿ Y qué les diría a esa gran cantidad de mujeres que ahora hacen deporte, muchas de ellas federalizadas?

Que sigan haciendo e incrementen lo que deben hacer las mujeres deportistas a todos los  niveles, para defender sus derechos y no aguantar humillaciones, como la de estas futbolistas suecas, o las que sufrió María José, expulsándola de la Residencia Blume, quitándole la beca concedida, y ni siquiera permitiéndole entrenar en una pista de atletismo. Lo que conseguimos en 1985 desde España, contando una historia real de discriminación de género  y elaborando un informe clínico, científicamente irreprochable, que aconsejó el cambio de normativa en el control de sexo, no tiene que quedar así para siempre, y solo fue un paso adelante, pues existen nuevas circunstancias, para que con la actual normativa, las mujeres sigan aun sufriendo humillaciones. Como lo que ha ocurrido con estas futbolistas suecas, que en el 2011, fueron obligadas a mostrar sus genitales, vejación que no puede volver a pasar, y menos estando ya en un siglo después de planteado el problema. Ha sido, sin que lo parezca, una vuelta al pasado, ya un poco lejano, si miramos atrás. Como cuando en los años 60 del siglo pasado debían pasar desnudas, antes de las competiciones, ante un grupo de expertos, o cuando en los 80, todavía tenían que seguir pasando desnudas, en este caso ante un médico nombrado por la Organización. Norma obligada, que ya en la mitad de los 80 se sustituyo por el estudio cromosómico para determinar el sexo, prueba aun con fallos, como demostramos en el caso de María José. Como curiosidad, en esos años 60 y 80, donde se exigía aun esa norma, antes de una competición entre mujeres, no veo reflejada otra norma similar que se aplicará antes de una prueba entre hombres, por si se introducía alguna persona del otro género. ¿Alguien me puede aclarar, si antes del desfile de los concursantes de Mister Universo, se les exigía mostrar sus genitales ante algún comité de expertos?.

  ¿ Qué hechos merecen ser resaltados, después de este acuerdo de la IAAF y qué también nos pueden servir de enseñanza?

Respondiendo a un deseo de María José Martínez Patiño, encargamos al abogado, Francisco Muñoz, hermano del Dr. Alberto Muñoz, como ve todo muy familiar, que emprendiera acciones legales  contra la Federación Española de Atletismo, por la forma en que reveló lo que se considera intimidad de la persona. E igual hizo el Valencia, club de María José alegando "una evidente desconsideración hacia la deportista". Se presentaron las demandas, se cumplieron las etapas procesales y hubo sentencias. De la lectura de algunos párrafos de las mismas podemos sacar muchas enseñanzas para todos, y además, muchos conocimientos de la conducta y personalidad de María José, de la importancia de guardar el secreto profesional por parte del personal y organismos sanitarios y sobre todo de perder el miedo a enfrentarse al poderoso, aunque sea la Federación Internacional de Atletismo, antes conocida como IAAF, llamada World Athletic, cuando se lleva la razón y la verdad, por buenos caminos, rodeados y apoyados por grandes amigos. Pero esas enseñanzas y conocimientos, ya puede ser objeto de otro artículo, que podrán leer, si no se han cansado mucho leyendo este.

                                                              Alejandro José Domingo Gutiérrez                                                                                                       18 de Junio del 2023

viernes, 16 de junio de 2023

 

                                      SELFIE A UN ANCIANO III

       Nos falta por charlar durante este selfie de la tercera de las necesidades psicológicas básicas, la de la Autonomía, y queremos conocer a que se refiere y si es tan necesario satisfacerla.

             ¿ Qué debemos entender por Autonomía en este plano de las necesidades básicas psicológicas? No es tan fácil de delimitar el concepto, incluso de admitir su existencia, cuando parece no existir en todo ser humano, y no ser tan universal, como lo son la competencia y las relaciones sociales, ya tratadas. Pero existe, y es importante en la motivación y determinación de nuestra conducta. Deci y Ryan fueron de los primeros en definirla, pero yo la entiendo mejor como la necesidad de sentirse el origen y regulador de la propia conducta, o la necesidad de poder actuar libremente, de acuerdo con nuestros valores, creencia o habilidades. Y también, podemos considerarla, como la libertad que nos hace sentir que podemos llevar a cabo un pensamiento, sentimiento u acción de acuerdo con nuestra elección o voluntad. Con autonomía somos el propio origen de nuestras acciones y expresiones, incluso cuando estamos influidos por otras fuentes. Quédense con cualquiera de estas definiciones de diversos autores, pero sobre todo con la realidad de su existencia e importancia, aunque no sea tan universal y admitida como las otras dos, Competencia y Relaciones Sociales.

        No termino de entender del todo el concepto y lo confundo con otros, como puede ser la independencia. ¿Me podría poner un ejemplo concreto en que esa necesidad se pusiera de manifiesto?. Autonomía aquí se diferencia de Independencia en que en la primera existe implicación con los demás y es el resultado de una integración de los valores personales y el contexto, circunstancia que no se da en la independencia.. Y un ejemplo de Autonomía, como la necesidad básica de una persona, en un contexto determinado, lo tengo ahora en la mente, igual que millones de personas en el mundo lo acaban  de tener, viendo la final de la Champions Europea de futbol en Estambul. Ejemplo que nuestros lectores aficionados al futbol lo entenderán fácilmente, aunque no tanto, los que no lo son, y por ello les pido perdón y si lo prefieren pasen del ejemplo. Aunque creo que por simple curiosidad, seguirán la lectura.

         Me pica la curiosidad, y además entiendo de fútbol ¿Quién fue esa persona con necesidad de Autonomía y que hacia en Estambul? Era Rodri, un español que juega en el Manchester City. En el primer tiempo del partido, no parecía el, su actuación fue horrible y su conducta no respondía a las cualidades futbolistas que atesora y casi siempre exhibe. Necesitaba satisfacer esa Autonomía, que le hacía ser titular y el cerebro del equipo, pero no lo conseguía. El ambiente y la responsabilidad, lo atenazaba y no podía satisfacer esa necesidad. Pero en el descanso, unas palabras de su entrenador Guardiola le hizo reflexionar, le recordó lo que significaba su labor en el equipo y que tenía cualidades para cambiar el rumbo del match. Y en el segundo tiempo, fue otro, tanto el como su equipo. Su conducta en el campo respondió a sus verdaderos valores como futbolista, satisfizo su necesidad de Autonomía, de ser de nuevo el, con sus valores, sus habilidades, sus conocimientos, sus buenas relaciones con sus compañeros y empezó a brillar el y a mover al equipo, culminando su actuación al marcar el gol del triunfo que proclamó campeón al Manchester City.

      Según vemos en este ejemplo, ¿el contexto, el ambiente, unas palabras, pueden satisfacer esa necesidad o por el contrario lo pueden impedir? Efectivamente así es; la prueba es que esta necesidad existe mas entre los ciudadanos de Europa y Estados Unidos, que asimilan una cultura individualista, que tienen en el ambiente, que en los de la China o Japón, que la tienen de tipo colectivista. Ese individualismo, que se impone en el ambiente occidental, hace a ese individuo mas único e independiente, intentando siempre superar a los demás en algún rasgo, y orgulloso y seguro siempre de lo que es capaz de hacer, y en ello basa su conducta. Por eso, esta necesidad de Autonomía la tenemos aquí casi todos, y entre estos me encuentro yo, tengo que confesarlo. Los asiáticos, mas colectivistas, se sienten mas interdependientes de los otros componentes del grupo, su conducta se guía mas por las metas que pone ese mismo grupo y actúan menos por sus metas personales.

      Vamos a la practica ¿es preferible tener esta necesidad, o no? ¿Es preferible seguir la cultura individualista o la colectivista? ¿La de Europa o Norte América o la de los paises asiáticos? Mi opinión es que podemos actuar de una manera u otra dependiendo del momento y las circunstancias que se presentan en nuestras vidas. Cuando estamos luchando, a veces solos, por abrirnos un camino profesional, laboral o familiar, el estar seguro de nuestras capacidades, los intentos por adquirir mas de estas, ser, en suma, mas autónomos y  satisfacer esta necesidad, nos puede servir de mucho para lograr grandes éxitos y una buena calidad de vida. Pero cuando se llega a mi edad, en que empezamos a perder capacidades, en que necesitamos ayuda externa, es mas difícil actuar según el modelo individualista y tenemos, en cierta manera, que volvernos mas chinos o japoneses. Ya no podemos ser tan independientes, ya no podemos plantearnos metas tan personales sino acomodarnos a las colectivas del grupo. Ya no debemos ser tan egocéntricos, tan egoístas sino que tenemos que mirar mas por los demás ,y por nuestro propio beneficio, fijarnos mas, y prestar todo nuestro apoyo, a las medidas de tipo social que se tomen para nosotros.. Pero eso ya es otro tema, un poco alejado, aunque algo relacionado, con el motivo de estas charlas, que era ,acuérdese, satisfacer su curiosidad por conocer la razón de estar estudiando a mi edad.

                                                                Alejandro José Domingo Gutiérrez

                                                                      Madrid 15 de Junio del 2023

martes, 13 de junio de 2023

 

                                        SELFIE A UN ANCIANO .II

         Ya salió el entrevistado del examen de Psicología de la Personalidad y aquí estoy en la terraza de una cafetería cercana al Centro Jacinto Verdaguer. Me acomodo en una silla, coloco el móvil encima de la mesa, apoyado en un florero, y reanudo la charla con mis preguntas.

      ¿Qué tal le salió el examen?

Creo que bien, me arriesgué un poco, contestando casi todas las preguntas, cuando era consciente que las respuestas equivocadas quitaban puntos.

         Quedamos, al interrumpir la charla, en conocer cómo el satisfacer las necesidades de Relaciones Sociales y Autonomía, podrían haber influido en su decisión de seguir estudiando a su edad. Comencemos por el papel de las Relaciones Sociales

Lo considero muy importante, pues vivimos en un mundo donde no somos los únicos seres humanos existentes, ya que lo compartimos con otros millones de seres como nosotros. Y para supervivir, necesitamos, a nivel mundial, que existan buenas relaciones entre todos los habitantes de la Tierra. Y cuando falta esa armonía, vienen las guerras y esa supervivencia peligra. Pero bajando a nuestro nivel, y concretándolo en cada individuo, el tener buenas relaciones sociales, con nuestros semejantes, es fundamental, tanto para la supervivencia, como para facilitar la vida y gozar de una buena calidad en esta. Creo que nadie dudará en este sentido que los humanos somos seres sociales por naturaleza, que necesitamos vivir en comunidad y relacionarnos entre nosotros. Y necesitamos pertenecer a un grupo que nos resulte el más adecuado para mantener un equilibrio físico y emocional.

        ¿ Y cree que matriculándose en una Facultad Ud. mejora sus relaciones sociales?

La Universidad, como la familia, el trabajo, el campo de fútbol, la calle, son escenarios donde se ponen a prueba esas relaciones humanas, con efectos positivos en muchas ocasiones y muy negativos en otras. En todos esos escenarios, y muchos más, tenemos la posibilidad, dentro de unas buenas relaciones, de conocer mejor a nuestros semejantes, y por ello comprender, más fielmente, sus conductas, reacciones emocionales, motivaciones, con lo cual podemos evitar conflictos y facilitar nuestra vida. Pero, además, puede influir positivamente en nuestra personalidad, rectificando, o actualizando, algunos rasgos de ella equivocados o ya pasados de moda. Y al matricularme en la Facultad, elegí uno de estos escenarios, con esta doble intención, conocer mejor a mis compañeros y aprender cosas de ellos. Igual que me ha ocurrido en otra actividad, en otro escenario, que abandone solo hace cuatro años y que fue, en  la de médico, en consultorios, clínicas o salas de hospital, donde tuve que relacionarme con  mis pacientes y sus familiares, con mis jefes, con mis compañeros, durante más de sesenta años.

        Y en esos cursos, antes en la Complutense, y ahora en la UNED, ¿llegó a establecer esas relaciones, que dice, con sus compañeros de clase? , ¿a través de ellas  les conoció y comprendió mejor? y sobre todo ¿aprendió algo de ellos?

La cercanía es un factor que facilitó esas relaciones y yo lo busqué asistiendo presencialmente a las clases. Aunque existen ahora muchas posibilidades de asistir a las clases on line, sin salir de casa, sobre todo en los días malos en que no te apetece salir a la calle, yo siempre he preferido asistir presencialmente a las mismas, y charlar directamente con mis compañeros, incluso en la UNED donde esta enseñanza a distancia está tan desarrollada. Primero, aprendí en la Complutense, donde coincidí con unos jóvenes compañeros de 17 años, cuando estaba con ellos en primero, y de 22 o 23, cuando ya estábamos, en el último curso de la licenciatura. Me infundían juventud, ilusiones, alegría, inquietudes, disconformidades, que luego me fueron muy útiles en la vida. Y actualmente, aprendo de mis compañeros de la UNED, de edades promedio entre 25 y 45 años, y les admiró por su tesón y sacrificio, al estar, casi todos ellos, trabajando a la vez que estudiando, siguiendo con sus obligaciones familiares y encontrando tiempo libre, donde no lo hay, para estudiar Psicología. Los veo y me doy cuenta que yo no tengo ningún mérito en estar estudiando a mi edad, estando jubilado, sin problemas familiares y con todo el tiempo libre para dedicarme a esto

       Esa opinión suya, acerca de las bondades de unas buenas relaciones sociales ¿Tiene estudios científicos serios que lo avalen?

En un artículo de Ryan sobre autodeterminación, hace referencia a una serie de ensayos científicos donde se relaciona positivamente, la satisfacción de estas necesidades básicas psicológicas, con el estado de bienestar y la autoestima, y negativamente con los estados de malestar, ansiedad y depresión, que cuando están satisfechas estas necesidades no se presentan. Estudios que también demostraron que riqueza, fama y buena imagen, que son medidas que indirectamente pueden satisfacer esas necesidades psicológicas básicas, no siempre lo consiguen y el ver personas muy ricas que están en estados de malestar, ansiedad o depresión es bastante corriente.

      Según las experiencias que me está relatando, cuál es su opinión acerca de si estas relaciones sociales debemos cuidarlas más y en qué periodos de la vida son más importantes cultivarlas mejor.

Desde que nacemos hasta que morimos necesitamos la ayuda de los demás y esta ayuda va unida a nuestras relaciones sociales con muchas personas y en múltiples circunstancias. Tal vez en tres épocas de la vida, las veo más necesarias: Una, en nuestra infancia, cuando se está formando nuestra personalidad. Las relaciones entre padres e hijos, entre hermanos, entre compañeros de colegio, entre compañeros de juego, es algo que va a tener una influencia grande en el resto de nuestra vida y que todos debemos cuidar. Otra, cuando estás abriéndote camino en la vida profesional, laboral o familiarmente, en que toda ayuda es poca para alcanzar las metas previstas. Procura tener y cultivar unas buenas relaciones sociales, pero no solo con los que esperes puedan darte un empujón, sino con todo el mundo, pues la ayuda puede venir de donde menos te esperas. Pero desde este mismo punto de vista egoísta, tenemos que plantearnos también lo que ocurre en otra época de nuestra vida, en la vejez. Si toda tu vida has sido un ser huraño, aislado, poco sociable, si no has cuidado las relaciones familiares, o de amistad, o de compañerismo, te puedes encontrar en la vejez con una de las cosas más terribles que pueden aparecer, la Soledad. Que es la sensación que me cuentan algunas personas de mi edad cuando charlamos tranquilamente sentados en un banco del Paseo de Rosales. Aun estas a tiempo, niño, joven o mayor, en cuidar esas relaciones sociales, en tu casa, en tu colegio, en tu trabajo, en tu lugar de diversión, si luego no quieres llegar a esa soledad de muchos ancianos que están solos, y sufren por ello, aunque rodeados teóricamente de hijos, hijas, nueras, nietos y amistades que no cubren de verdad, esa necesidad de relacionarse con alguien que todos tenemos.

      Y nos queda la tercera necesidad psicológica básica, la de la Autonomía. Y la verdad es que me interesa mucho que charlemos sobre ella, pues no sé exactamente a que se refiere y si es tan universal y comprensible ,como las dos tratadas hasta ahora.

Pues sus preguntas y mis respuestas tendrán que esperar un poco, pues ya es un poco tarde y mi familia estará inquieta por mi tardanza en regresar del examen, aunque ya les avisé que me retrasaría pues estaba haciéndome un selfie en una cafetería.

                                                                       Alejandro José Domingo Gutiérrez

                                                                             Madrid  11 de Junio del 2023


viernes, 9 de junio de 2023

 

                                             SELFIE A UN ANCIANO 

     Estaba observando una fila de estudiantes de la UNED que esperaban entrar en el Centro Jacinto Verdaguer para examinarse de la asignatura Psicología de la Personalidad del Grado, antes Licenciatura, de Psicología. De entre todos me fijé en cuatro de ellos, que en mi opinión se destacaban del resto. En uno, porque media más de dos metros, de piel oscura y que tenía pinta de jugador de baloncesto. En otro porque se apoyaba en dos muletas y con claros signos de tener un grado de incapacidad, por lo cual no tenía porque estar en esas circunstancias guardando cola. La tercera, era una jovencita, muy guapa minifaldera, que parecía transmitir alegría y juventud a sus compañeros de espera. Y el cuarto, me llamó la atención porque por su físico debía tener una edad que se separaba del resto y no parecía ser un estudiante como los demás que estaban esperando para examinarse. Mi curiosidad me llevó hasta este último para ver si efectivamente era un estudiante más, y en caso positivo,  para hacerme un selfie con él y hacerle algunas preguntas, por si podía salir de aquí un buen reportaje. A lo del selfie fotográfico se negó, pues dijo que no le gustaba esto de los autorretratos, pero muy amablemente respondió a mis preguntas. Y tal como fueron las  preguntas y las respuestas es lo que reflejo en este selfie a un anciano.

    ¿Esta Ud. matriculado como los demás compañeros de la fila, en esta asignatura?           Por supuesto que sí. Y el carnet que lo acredita, es lo primero que nos piden al entrar al examen, para evitar la suplantación de personalidad y que pueda examinarme por mi nieta. La cual, por cierto, se examinó hace unos días de la asignatura que le falta para acabar psicología y hace años compartimos pupitre, en alguna asignatura, en Pozuelo.

    ¿No le importaría decirme su edad?                                                                                      En absoluto; más joven, procuraba ocultarlo, pero ahora en cambio, presumo de ello. Dentro de un mes cumplo 90 años.

    ¿Y qué le impulsa y motiva para seguir estudiando una carrera a su edad?                       No es fácil explicarlo, pero si tienen paciencia usted, y sus lectores, se lo explico. El estudiar esta asignatura es una tarea más, dentro de unas expectativas, o proyectos muy ambiciosos que me plantee hace muchos años y que consistían en cubrir, mediante planes de actuación, tres necesidades básicas psicológicas, que según había leído, tenemos los seres humanos, y que son; las necesidades de Competencia, Relaciones Sociales y Autonomía.            

     ¿ En qué consiste esa  necesidad  de la Competencia?                                                        Para adaptarme al ambiente en que vivo, necesito tener unos conocimientos, unas habilidades, unas técnicas, unas capacidades, que me permitan sobrevivir y hacerlo con una buena calidad de vida. Precisamente, a la adquisición de esas competencias he dedicado gran parte de mi vida, igual que lo han hecho muchas personas como Ud. o el vecino del cuarto. Pero, en mi caso, he llegado a la vejez y empiezo a notar que me va fallando esa competencia y, sobre todo, tengo miedo a que se vayan muriendo mis neuronas, y aunque se ha comprobado que existe  regeneración neuronal, podrían ser más las perdidas y como consecuencia, mi mente pudiera empezar a fallar, lo cual sería dramático para mí, pero también para cualquier persona. Por eso he tenido que poner en marcha una estrategia para perder las menores capacidades mentales y físicas posibles.  

      ¿ En qué consiste esa estrategia, si puede revelarnos el secreto?                                  No hay secreto, todo es sencillo, si compaginamos la existencia de un mundo real y otro virtual. Virtualmente, me he convertido en el propietario de un huerto mental y otro físico, donde diariamente trabajo, para no perder capacidades. Le pongo un ejemplo de como trabajo mi huerto mental. Hace tres años adquirí un terreno denominado "Licenciatura de Psicología"  para cultivar conocimientos, emociones y afectos. Durante dos cuatrimestres al año, vengo dedicándome, al principio, a sembrar en mi mente las representaciones de los  conocimientos sacados de unas asignaturas, conocimientos que luego voy cuidando, mediante repasos periódicos, para que se mantengan y fructifiquen, y en Enero o Febrero y Mayo o Junio poder recoger la cosecha obtenida. Que en unos casos, habrán merecido el aprobado oficial y en otros no, pues, en la cosecha sin yo pretenderlo  habían aparecido calabazas que no había sembrado. En este último caso, no me quedaba más remedio que nueva siembra, mantenimiento en verano y cosecha en Septiembre. Pero paso de lo virtual a lo real, de la huertana metáfora a lo científicamente comprobado, y este estudio, de un par de asignaturas al cuatrimestre, con toda seguridad, habrá ralentizado la muerte de mis neuronas, creado algunas nuevas, apareciendo nuevas conexiones entre las mismas y hasta habrán contribuido a que la tasa de neurotransmisores, necesarios para un buen funcionamiento mental, se mantenga dentro de lo normal, como aspiramos con las cifras de el colesterol o la glucosa.

      ¿Y qué es eso del huerto físico?                                                                                    Pues son tareas que realizo para mantenerme en buena forma física, tareas reales, muy visibles, aunque lo englobe en el título virtual de huerto físico para resaltar su finalidad y la necesidad de su cultivo diario. Mi trabajo en este huerto consiste en ir a clase de Gimnasia de Mantenimiento, tres días a la semana, en el Centro Municipal del Paseo de Moret, y diariamente recorrer unos seis kilómetros por unos paisajes y jardines, que son un regalo para la vista, el olfato y la sensibilidad artística. Paseo del Pintor Rosales, Jardines del Templo de Debod, y allí contemplando, a cualquier hora, esta maravilla de la ingeniería humana egipcia y debiendo esperar a la caída de la tarde para ver una de las más "bellas puestas de sol" que se pueden disfrutar en Madrid.

       Tengo curiosidad por conocer como siguiendo estudiando se puede  satisfacer esas             necesidades básicas de Relaciones Personales y Autonomía, que tenemos todos. Curiosidad que por ahora no puedo satisfacerla, pues me llaman para entrar en el aula de examen. Al salir, podemos seguir la charla, hablando de estas dos necesidades básicas psicológicas, que para mí, y para otras muchas personas, son las motivadoras de la mayoría de las conductas, aun sin darnos cuenta de ello.

                                                               Alejandro José Domingo Gutiérrez                                                                                                     Madrid 6 de Junio del 2023