jueves, 29 de junio de 2023

                                        ADIÓS CARMEN. YO SI LO RECUERDO                                              

 Yo si lo recuerdo: Tú tenías 19 años y, aunque joven, ya eras famosa pues habías interpretado películas con actores importantes. Yo, no era nadie. Un estudiante, de dieciséis y pico años, estudiando séptimo de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid. Como ese año terminábamos la "Enseñanza Media", habíamos decidido los del curso hacer una cena y un viaje. Y teníamos que nombrar una madrina de la promoción, que junto al honor del nombramiento, tenía la carga de dar un donativo para ayudar a ese viaje. Y pensamos en tí Carmen, pues vivías casi en nuestro barrio y nos habían dicho que eras desprendida y generosa. Y con la osadía de la juventud, fuí el encargado, con otros dos compañeros, de ir a tu casa del cercano Paseo de Rosales para pedirte ese madrinazgo.

El portero, no nos dejó pasar, ni subir al piso, pero gracias a nuestra pesadez, e insistencia en no nos  marcharíamos  de la puerta , hasta poder conseguir nuestro propósito, cedió en llamar a Carmen por el telefonillo y exponerla el motivo de nuestra visita. «Pues que suban y me lo cuenten. Pero rapidito pues tengo mucho que hacer».

    Se abrió la puerta del piso, y era ella. Apenas nos dejó hablar, pues ya sabía lo que queríamos, y sonriente nos dijo que nos pusiéramos de acuerdo con su representante, por si fuera posible nuestra petición, y con un beso, y una sonrisa, nos despidió, mientras la puerta se cerraba. Y tres chavales de dieciséis y diecisiete años, durante unos segundos inolvidables, pudieron grabar en su mente, para siempre, la imagen de su ídolo Carmen Sevilla. Y, desde entonces, me convertí en su fan, escuchando sus canciones, viendo sus películas, riéndome con sus dichos y equivocaciones, contemplando en televisión sus actuaciones como presentadora, en resumen seguidor de todo lo que hacía.

    El reencuentro fue muchos años más tarde en casa de Rocío Jurado, durante un cumpleaños, fecha y lugar, donde he tenido la ocasión de conocer y tratar a una gran cantidad de celebridades de toda una época. Como es natural, no te acordabas Carmen de aquel encuentro fugaz en tu piso de Rosales, cuando nos presentó Rocío y que yo te recordé. Y nuestra charla empezó también con un recuerdo del pasado, de un lugar de África, donde los dos habíamos estado, aunque no coincidiéramos en el tiempo. Ella, en las navidades de 1957, como artista, con Gila, Marisol , y otros famosos, para alegrar las fiestas de los soldados que estaban en la Guerra de Sidi Ifni, defendiendo un territorio español. Yo, en el 1959, en las trincheras del frente estabilizado, como teniente médico del Tabor de Regulares, en ese mismo lugar. Y de la vida en aquel territorio hablamos. Luego la charla tocó temas ya civiles, de los que ya no me acuerdo, aunque aquello de Ifni, tanto por ella ,como por mí no estaba olvidado.

Y en aquella charla, como en alguna otra ocasión en que coincidimos, pude conocer algo de la personalidad de Carmen Sevilla. No voy a repetir todas las alabanzas que estoy leyendo, ayer y hoy, sobre su figura, pero sí afirmar que todo lo que se diga acerca de ella, de su sencillez, naturalidad, generosidad, bondad, lo pude comprobar personalmente. Pero para mí, de todo, yo resaltaría, la aguda inteligencia que tenía, lo lista que era, el gran sentido común que poseía, el optimismo y alegría que irradiaba. Y los comentarios, tan elogiosos, hacia sus compañeras y compañeros profesionales, lo cual no era tan frecuente, en esas épocas, en que cada artista, quería marcar su territorio.

Que lección me has dado Carmen, queriéndote retirarte así, tranquilamente, sin agotar el tesoro de popularidad que aún tenías. Y dejándonos, a tus admiradores, solo el recuerdo de todo lo bueno tuyo. Y muchas gracias por tu última lección para todos, admiradores o no, y es que conozcamos, también por la popularidad de tu imagen, que existe una enfermedad que necesita más atención por parte de la sociedad. Más atención y dinero para investigación para saber sus causas, más dedicación de los legisladores, para que dicten leyes y normas para que estén más protegidos los que la sufren, más número, preparación y emolumentos para sanitarios que puedan tratar a los paciente de esa enfermedad de la manera más adecuada, y sobre todo para los familiares y cuidadores, que piensen que el olvido es solo  perdida de una capacidad mental, muy importante, que lo notamos pronto, pero que hay otras capacidades que no se pierden, más relacionadas con las emociones y los sentimientos. Sentimientos que nosotros no apreciamos, pero puede que en nuestros pacientes existan, y que tal vez les haga sufrir. Sufrimiento que podemos aliviar nosotros, simplemente con ir a visitarlos a su casa o a la residencia, y llevarles unas palabras de cariño, cuando están solos, aunque estén con gente.

                                                Alejandro José Domingo Gutiérrez 

                                                   Madrid  29 de Junio del 2023.


1 comentario:

  1. Que bonitas palabras para definir a Carmen Sevilla, ojala lleguemos a la edad que tenia pero en mejores condiciones. La medicina avanza . Un abrazo

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