lunes, 27 de marzo de 2023



                            LOS FAMOSOS FRENTE A LA ENFERMEDAD
                                           I.- COMO SE COMPORTAN

            Bastantes personas me preguntaban, y aún me preguntan, cómo reaccionan los famosos frente a la enfermedad, conocedores de que estuve tratando a muchos personajes que gozaban de notoriedad pública, o fama, años atrás y aún hoy, mucha gente les recuerda... Y mis contestaciones siempre les defraudaban un poco, pues a ellos les interesaba tanto o mas que conocer la reacción, el nombre del personaje al cual yo me refería. Nombres que yo nunca daba, por la sencilla razón, que debo guardar siempre el secreto profesional y no revelar datos de la vida privada de mis pacientes, famosos o no, que he llegado a conocer por ser su médico. Y así pensaba, y sigo pensando, que esos secretos debían quedar en mi memoria, sin dar publicidad a los mismos.

  Pero considerando que mis sesenta años ejerciendo como profesional médico y los miles de pacientes tratados, tanto famosos como no famosos, podrían ser fuente de conocimiento para algún estudioso o interesado en este tema, he decidido escribir este artículo, señalando como es el comportamiento de un famoso frente a una circunstancia estresante en la vida, como puede ser la enfermedad. Lo haré de una manera general, sin dar nombres, lo cual, naturalmente, dejará de interesar al gran público y se convertirá en un sencillo artículo de divulgación, para los que estén interesados en conocer los pensamientos, emociones, conocimientos y conductas de este grupo concreto de personas, ante la enfermedad. Y un poco también frente a otras situaciones de estrés.

   Cómo se comportan las personas ante el estrés es un tema psicológico interesante y objeto de muchos estudios científicos, e incluso hay mucha bibliografía relativa a la reacción ante la enfermedad en general., pero poco he leído, que se refieran, en concreto, a cómo es el comportamiento de esos famosos en esta circunstancia estresante. . Y esa es la razón de elegir este tema para mi artículo, que se sale de los contenidos habituales de los restantes de este blog, y que no tiene la categoría de relato científico, por la cuantía de casos tratados y la metodología empleada. Pero puede tener cierto valor, por la cercanía y validez de ser las observaciones, dé un médico de cabecera, en ocasiones durante muchos años, de varios de esos famosos, con la amistad y confianza que esta circunstancia crea.
 
  La primera pregunta que tendríamos que contestar, podría ser, si la manera dé enfrentarse ante una enfermedad es distinta en los famosos si los comparamos con los que no lo son, considerando la fama como una característica de personas ampliamente conocidas, que suscitan la atención por parte del público y de los Medios de comunicación. Y ya adelanto, que según mi experiencia, la fama, que como tal acabamos de describir, es solo un factor, y de los menos importantes, en la forma de pensar, sentir y actuar ante la enfermedad de esas personas famosas. Y que son otros factores, o las circunstancias que acompañan a esa fama, las que determinan la forma de reaccionar que tienen.

Y para poder llegar a esa conclusión, y conocer esos factores, que creía necesarios, presté mucha atención a un dato significativo; comparar la actitud y comportamiento de mis pacientes famosos y no famosos, observando las diferencias existentes entre unos y otros, para concluir afirmando, o no, si la fama da una forma de reaccionar especial y distinta en los que poseen este atributo. La primera conclusión que obtuve era; que no había grandes diferencias entre ambas categorías frente a la enfermedad, famosos y no famosos, reaccionaban casi de la misma manera y que no era sencillamente el factor fama, el que más influía en las distintas reacciones. Dentro de los que disfrutaban de esta fama y popularidad, las reacciones no las tenían con la misma intensidad y cualidad, según eran distintas sus circunstancias personales, contextuales o temporales.
 
      Y si me preguntan porqué tanto interés y atención en conocer estos factores, les diré que es por mi estilo de tratar al enfermo, que consiste en que además de prevenir o modificar los daños físicos, anatómicos o funcionales, causados por el agente patógeno, también intento prevenir, o tratar, los daños psicológicos que toda enfermedad, en mayor o menor grado conlleva y que en ocasiones son más importantes que los físicos.

   Según mi experiencia, es la personalidad de cada enfermo, el factor principal que va a modelar la forma de pensar, sentir y actuar, cuando se enfrenta a la enfermedad. Personalidad que se ha formado por la interacción entre la herencia recibida por los genes y el ambiente compartido, que han vivido en familia, o el menos compartido, y más tardío, en la escuela, en el trabajo, en la Universidad o en el bar. Personalidad que presenta una serie de dimensiones básicas (extraversión, afabilidad, tesón, apertura), que no vamos a entrar a definirlas, pero sí indicar, que cada persona presenta un coeficiente personal de las mismas y que van a definir esa personalidad y sus tipos. Personalidad que va determinar la actitud y conducta ante esa enfermedad, que no son las mismas en un tipo extrovertido, afable, constante, optimista, que en uno introvertido, pesimista, y con poco tesón . 

   Casos clínicos que demuestran de la importancia de este factor, tengo registrados muchos en mi experiencia, pero como ejemplo; tengo por un lado el caso de un famoso deportista, en el nivel más alto de fama, al que tuve que aconsejar, que dejara ya su actividad, pues su enfermedad se agravaría de seguir practicándola. Duro golpe que su personalidad, extrovertida y animosa, supo encajar, planificando adecuadamente su futuro, dedicándose a otras actividades, dentro del mismo ámbito, que le han seguido dando popularidad y fama. Y el ejemplo contrario; una artista de personalidad introvertida, de gran sensibilidad e inteligencia, pero débil de carácter, poco decidida, que se me vino abajo cuando surgió la enfermedad, que incluso era aguda y sólo la alejó un par de meses del escenario. Tuvo una depresión que la duró más que la enfermedad que la originó.

 Pero la personalidad no es el único factor que influye en el proceso, o estilo, de afrontamiento ante la enfermedad. Hay otros factores ambientales, compartidos y no compartidos, entre los cuales se encuentra la fama, y que expondremos en próximos artículos.

                                                                     Madrid 27 de Marzo del 2023
                                                                  Alejandro José Domingo Gutiérrez

domingo, 12 de marzo de 2023

 

                      

                      ¿ NECESARIO, O SUFICIENTE, EL DIA DE LA MUJER?          
  • Hoy 8 de marzo, mi mujer y mi cuñada con su marido, se han ido a una de las manifestaciones que hoy se celebran y me he quedado en casa para escribir este artículo, como compensación moral por no acompañarles, como me hubiera gustado. Pues, la  realidad es que creo que ya no estoy en condiciones de participar en ellas. Entre otras cosas si, como en mis tiempos de estudiante, necesitara salir corriendo, por una carga de la policía, la verdad que lo pasaría muy mal. En el de este año, no parece que tengamos carga policial, pero si puede haber una pelea entre simpatizantes de Podemos y del Partido Socialista, y que esta vez y al parecer, por aquello de un "quítame allá esa ley", no coinciden en algunos puntos de vista. Y aunque estas incidencia, de carga policial o pelea política, no ocurran, yo ya no puedo correr como antes. Y que conste que en mi condición de estudiante, por las muchas licenciaturas que hice, se alargó esta faceta de "velocista", y en los años 80, y con más de 50 años de edad, me tocó correr junto con mis compañeros de Licenciatura  de Políticas, en alguna manifestación pidiendo algo. 
  •  No me entusiasman estos días de lo que sea, puesto que aunque su intención de dar un mensaje útil puede ser muy buena, reducir a un día al año, la emisión de ese mensaje, no es muy productivo. Díganme que fabricante o anunciante de cosméticos, móviles, lavadoras, etc.., recomienda públicamente, solo un día al año, el consumo de sus productos. Si no lo hace así, y nos bombardea cada día con sus mensajes publicitarios, sus razones tendrá. 
  • En el caso del 8/M si queremos convencer a la sociedad de la igualdad del hombre y la mujer, y sobre todo defender los derechos de éstas, como los de cualquier hombre o trans, el mensaje debe ser diario y a cualquier hora. Y, sin distinción de género, debemos hacerlo todos y cada uno, según sus posibilidades. 
  • Los hombres que gozan con notoriedad pública, cada vez que tengan posibilidad en sus apariciones públicas, deben defender y expresar esa igualdad de género. Y desgraciadamente esto no ocurre siempre así y comprobamos que los fans que los siguen, a veces, solo captan, e imitan, de sus actuaciones, y parlamentos, lo que de machistas tienen. Y si repasamos los mensajes que circulan por las redes, elaborados por hombres desconocidos o influencers, en muchas ocasiones rezuman machismo por todos los lados, negando esa igualdad de género, y generando una publicidad negativa entre los muchos consumidores de este medio.
  • Y en cuánto a como deben participar las mujeres en esta campaña publicitaria de la igualdad de género, deben muchas de ellas ir cambiando de discurso. Y haciendo desaparecer, esos rasgos machistas que su personalidad aun conserva, en estos tiempos en que parece que se habían perdido. Hace unos días escuche decir a una señora que presumía de ser muy moderna, y adaptada al tipo de vida actual que "esto es cosa de hombres y las mujeres sólo tenemos que, ver, oír y callar, para que el mundo siga funcionando". Y, por favor, mujeres, no expreséis, en público o en privado, lo nefasto que es la dictadura masculina en tu ámbito, solo cuando afecta a tu bolsillo, o trayectoria profesional, y no lo haces, cuando esa desigualdad en el sueldo o en sus ascensos afecta a las mujeres de otros ámbitos y no al tuyo
  •  Y mi respuesta al título del artículo, es que el Día de la Mujer es necesario, pero no es suficiente. Y que se deben emplear métodos de Marketing mas actuales, y productivos, para que la igualdad de género se cumpla de verdad y no solo quede reducida a promesas, buenas intenciones e incluso a leyes,

                         Alejandro José Domingo Gutiérrez
                                      8 de marzo del 2023
     

             

              



    jueves, 2 de marzo de 2023

     


                                                 VOLVER   A    VIVIR

                No me gusta el título que he puesto a este capítulo, pero es el único que se me ocurre para incentivar su lectura y que se acerca a lo que me ha pasado últimamente, principal causante de que desde Septiembre del pasado año, no haya escrito algo en mi blog.

    Todo empezó, como dicen las historias, en los primeros días de Diciembre del año pasado. Un poco de fiebre, malestar general y diagnóstico de Neumonía Intersticial Aguda. Para entendernos; había cogido el Covid infantil, el de los niños, pero que también pueden coger los adultos. Empeoramiento, urgencias, complicaciones cardíacas y respiratorias y de milagro estoy escribiendo ahora, pues estuve a punto de emprender ese viaje sin retorno, que decía mi admirado Machado. Diez días de hospital y a casa, muy débil y aunque sin poder ir de paseo, afortunadamente sin aparentes secuelas. Hasta aquí un caso clínico  mas, de los muchos que ocurrieron en esas fechas, con final feliz, terminación que desgraciadamente no fue así en otros muchos casos.

        Para aprovechar mi forzosa estancia de recuperación en casa y como mi mente parecía estar bien, intenté volver a la preparación de dos asignaturas de tercero del Grado de Psicología, que estoy cursando en la UNED, para presentarme a los exámenes de Febrero del primer cuatrimestre. Preparación que llevaba muy adelantada cuando enfermé, pues había empezado en Octubre su estudio y ya dominaba todo el temario. Y cuando me dispuse a repasar tema por tema lo estudiado, surgió la sorpresa al mirar el primero y sucesivos capítulos del libro recomendado. Tanto de una, como de otra asignatura, pude comprobar que no recordaba haber leído algo de lo que en ellos estaba escrito. Tenía un olvido total, de lo aprendido tres meses antes.

    Pero la cosa no acababa aquí. En la televisión apareció Penélope Cruz y mi mujer me preguntó si me había gustado la película en la que esta estupenda actriz era protagonista y habíamos visto quince días antes de caer enfermo. Y aunque lo intente, no puede contestar sus preguntas acerca del nombre de la película, ni donde la vimos, ni menos de su argumento y si me gusto o no. Y el olvido de otros hechos, actividades, y conocimientos adquiridos en esos meses antes a la enfermedad, tampoco estaban en el recuerdo. Cuando salí por fin a pasear, por Rosales y el Templo de Debod, sitios para mi casi visitados  diariamente, me parecieron que era la primera vez que les veía y pisaba. Y cuando ya me dejaron viajar en metro solo, por trayectos muy conocidos, la realización de transbordos hechos antes casi automáticamente por su frecuencia, ahora, precisaban de leer detalladamente todas las indicaciones, incluso preguntar a empleados de cómo se hacían. Disfrutando de unos días en Benidorm, donde paso grandes temporadas, tuve la sensación, caminando por sus calles, de que nunca había estado allí. Y para llegar a la Plaza Triangular, cerca de donde vive mi hermana, plaza que todo habitante de esta ciudad conoce muy bien, tuve que ir preguntando pues había perdido su ubicación completamente. Y ya la gota que colmó el vaso. Cuando fui a la consulta de mi  neumólogo de siempre, mi compañero y amigo Marulanda, al entrar en la misma me encontré a otra persona que no conocía y me excuse diciendo que perdonase, que yo venía a ver al Doctor Marulanda. Se levantó con cara de sorpresa y me vino a abrazar diciéndome " que te pasa Alejandro, el Dr. Marulanda, soy yo". No le había reconocido y nos habíamos visto hacia un par de meses.

    Como comprenderéis, estos olvidos, me supusieron una gran preocupación, pues podían cambiar de raíz y a peor, el rumbo de mi vida, aunque algún humorista diría que seria una buena justificación a mi conducta, a la hora  de quitarme responsabilidades y me perdonasen conductas no buenas, como la de   no saludar a los que me cayeran mal, no cumplir lo prometido o no pagar a Hacienda. Me invadió una gran tristeza pensando que el Covid, destruyendo una gran parte de mis neuronas, había eliminado mi capacidad de aprender nuevos conocimientos y por ello, no poder hacer una vida social normal, no ser ya independiente y de perder calidad de vida.. Pero como médico, al corriente de todas las novedades, conozco la plasticidad del cerebro, se que las neuronas pueden nacer, crecer y establecer nuevas conexiones, a cualquier edad, siempre que se las estimule, ya que necesitan adaptar el organismo a los cambios en el ambiente, para que este pueda sobrevivir. Y me propuse darle esos estímulos, para que las nacientes neuronas aprendieran de nuevo parte de lo que se perdió con las que murieron con el Covid. Y el objetivo que  mi vida pudiera de nuevo ser parecida a la que tenía antes de caer con la enfermedad vírica y no ser algo obsoleto e inútil.

       Y comencé estudiando de nuevo cada tema de una de las asignaturas, y fui comprobando que esos conocimientos aprendidos otra vez en cada tema, los iba grabando perfectamente en mi memoria, y cuando llegó la primera semana de Febrero, y me examiné de esa asignatura, pude comprobar que los había recuperado casi en su totalidad. Y lo mismo fui haciendo con todas mis actividades habituales  anteriores al Covid, que había olvidado, como lo de los transbordos en el metro y de nuevo volví a representar en mi mente la cara de los que antes me saludaban en el paseo y yo no contestaba por no acordarme de su cara y menos de su nombre. O los paisajes habitualmente visitados cuya representación mental había perdido, como las calles y plazas de Benidorm. Y mi preocupación, por perder calidad de vida tan bruscamente, fue desapareciendo según iba recordando parte de lo que conocía tres meses antes y que había olvidado, aunque admito, como es natural, que eso lentamente ocurriría con la edad, como parte de la pérdida de facultades físicas y mentales que el envejecimiento ocasiona.

     Las secuelas físicas que me quedaron de fatiga fácil al esfuerzo, debilidad muscular, inseguridad en la marcha, y otras comunes después de una enfermedad grave, las fui también eliminando, con la ayuda familiar, la paciencia de mi mujer y aumentando los kilómetros de paseo por Rosales, además de unas sesiones de Gimnasia para mayores en el Centro Municipal del barrio. Y las secuelas psicológicas, se reflejaron  en unas reflexiones sobre lo ocurrido y la determinación de algunos cambios en mi conducta, que les iré exponiendo en algún otro artículo si veo que les interesa el tema..

    Las razones para dar este testimonio público, de algo tan personal, se debe a varias razones. La principal, para que aquellos de mis lectores que hayan sufrido un problema mental de esta naturaleza, sepan que el cerebro tiene una gran capacidad de regenerarse a cualquier edad y que pueden nacer neuronas y nuevas conexiones a una edad, como la mía o la de alguno de Uds. que tenga mas años. Y que esas neuronas pueden recuperar las funciones de las que habían perdido por una enfermedad, como el Covid, un traumatismo, o simplemente por la edad. Aunque esa recuperación solo será posible si se dan ciertas condiciones, como es la aplicación de los estímulos adecuados que el experto te señale, en un ambiente idóneo y por supuesto, con esfuerzo e ilusión por tu parte. Aun es posible que puedas recuperar alguna actividad perdida, pero tienes que afrontar la labor con optimismo y esperanza de lograrlo. Como yo lo hice, y aunque no me guste ponerme como ejemplo, lo hago por si sirve, aunque solo sea a una persona.

                                                            Madrid 2  de Marzo del 2023