jueves, 31 de octubre de 2024

I.-NO TE LO PERDONO IÑIGO

                                  I.-  NO TE LO PERDONO IÑIGO

    No te perdono Iñigo que me lo ocultases durante cuatro años, si es que entonces ya no era un secreto para ti. Quizá recuerdes mejor que yo cuando nos conocimos , pues a mi edad la memoria episódica, esa  con las que aciertas los años que han pasado, a mi edad se va perdiendo. Habían comenzado lasa clases en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense , ambos estábamos matriculados  como alumnos del primer curso de esta  licenciatura, y durante cuatro años compartimos horarios y aulas en las distintas asignaturas. Nos conocimos pronto, en el primer año ,cuando viniste a pedirme algo. Te informaron , que para entonces, yo era ya Doctor y Licenciado en  en Medicina, Farmacia, Derecho y Sociología  y me pidió que entrase en la candidatura que su grupo presentaba para ser unos de los cuatro representantes de los alumnos de Políticas en el Claustro de la Complutense. En un principio me negué,  pues no era mi intención  dedicarme  a la política activa, aunque fuera en algo tampoco significativo. Pero insististe en sucesivas charlas ,exponiendo tus ideas políticas en defensa de los derechos de los estudiantes, de las mujeres , de los gais, y otros temas parecidos, y sobre todo diciendo que me pondría en sexto o séptimo lugar y que lógicamente no saldría elegido. Y que la razón de incluirme es que en la propaganda de su candidatura resaltarían  mis conocimientos en cuestiones de las que se discute en el Claustro y que ya había estado en ese Claustro ,hacia unos años, como representante de los Profesores No numerarios de la Facultad de Medicina ( los PNNNs). Y al final me convenció , y al preguntarle a que grupo o partido político conocido  pertenecía  esa candidatura ,me dijo que a ninguno y si a un grupo de amigos  que se estaba formando para tratar de cambiar las cosas, diciéndome un nombre que no me sonaba de nada.

 Todo fue muy bien , no intervine en nada relativo a la campaña electoral y únicamente observe ,   que mis compañeros me miraban con mas curiosidad que habitualmente lo hacían , contemplando que  una persona tan mayor, que estaría en la edad de los setenta, era  un compañero mas, empezando una carrera. La sorpresa fue que salí como uno de los cuatro elegidos para representante  y me parece que como único de esa candidatura. Y tuve que aprenderme el nombre del grupo por el que me presentaron y lo que tenia que defender en el Claustro ,que era las ideas del grupo que ya me había expuesto Iñigo. Y durante tres años esa fue mi misión ,además de acabar la carrera y frecuentar  mis charlas con Iñigo para recibir las consignas a defender .Por cierto, se me olvidaba, el nombre del grupo , ahora si ya conocido como  Podemos y en el figuraba el Profesor Monedero, Pablo Iglesias, el propio Iñigo, Carolina Bescansa y algunos mas que no recuerdo. Lo que defendí en el Claustro, defendiendo los derechos de los estudiantes ,nunca estuvo en contra de mis creencias y valores por lo que nunca tuve problemas por el grupo al que representaba, sin pertenecer al mismo.

 Y ya que estoy refiriéndome a ti Iñigo, permíteme que te diga como te veía yo entonces y durante esos cuatro años. Eras tímido en tus relaciones sociales ,incluidos tanto compañeros como compañeras, quizá mas con estas, pero esa timidez la perdías cuando tenias que defender tus ideas. Se te notaba que eras inteligente y siempre hablabas lo justo, pero con las palabras adecuadas. Eras como mas "finolis" respecto a los demás compañeros y de tus aficiones gustos, etc, de  lo que era tu vida personal, poco dejabas demostrar. Ni siguiera conmigo, me dijiste algo de tu vida personal cuando ya teníamos mas confianza por mi cargo de representante del alumnado, y de tu grupo en el Claustro, y nos obligaba a tener con frecuencia,  charlas e intercambios de ideas, opiniones , sensaciones o razonamientos. 

Y por eso no te perdono Iñigo , sabiendo que yo era medico, conociendo mi espíritu abierto, y mi interés por todo lo que fuera relacionado con la mente , que no me descubrieras un poco, como eras por dentro, y si tenias algún motivo que te preocupase. Hubiera sido cómo cuando se va al doctor y se tiene algo oculto, molesto , que hace sufrir bien corporal, bien  mentalmente , y se suelta, bajo secreto medico,  a un experto,  para desahogarse y buscar remedio. Si tu ya tenias ,como supongo, alguna adicción, hubiera sido el momento, para cortarla y que no pudiera , en el peor de los casos, convertirse en conducta agresiva para los demás. Y si entonces no tenias ese problema o no lo sabias , no tengo que perdonarte nada, y aquí termino esta primera parte del articulo, que es como una carta dirigida con pena a ti.

 Pero permíteme que te haya tomado como punto de partida, para una  segunda parte de este relato, repito , continuación no dirigida a ti, como principal destinatario, para hacer  unas reflexiones , de como siempre he visto desde mi consulta de Medicina Interna y Endocrinología, cual era el proceso psicológico, y la conducta ,de los pacientes que me confesaban tener un problema de adicción al sexo, hipersexualidad, trastorno de comportamiento sexual o cualquier forma de llamar una manifestación natural en una actividad desenfrenadas. No era fácil que lo confesaran, pero con paciencia, y cuando sospechabas la existencia de algo parecido, lo conseguías.  . Y si lo escribo  es para  que sirva ejemplo a tener en cuenta por personas que se encuentran  con ese problema y necesitan ayuda. Y reitero que esto no se si será tu caso Iñigo ,pues nunca has sido mi paciente y solo un compañero de clase, que  ahora ha  descubierto esta divergencia entre tu imagen publica y vida privada, ,como todos,  a través de los medios de comunicación    


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