VIERNES SANTO CON MIGUEL HERNANDEZ EN ORIHUELA
Fue un Viernes Santo de sentimientos opuestos. Por la mañana , sentimientos alegres, viajando por la Huerta del Segura ,y tristes por la tarde, cuando visitando Orihuela recordaba la vida de dos parejas, una de madre e hijo , otra de esposo y esposa. Parejas muy distantes en el tiempo y en el espacio, con biografías muy distintas , y distinta la repercusión en su paso por el mundo, Pero creí ver algún rasgo, creencia o valor común en ambos hombres y en ambas mujeres , que me permitía hacer comparaciones y reflexionar sobre ello en mi blog.
Un alto en el viaje para disfrutar a mediodía, con el sol en lo mas alto, de una excelente comida en la Finca el Rebate, con platos elaborados cuidadosamente, con ingredientes ecológicos y llevados hasta nuestra mesa por amables personas. Y desde la terraza , podia ver, oír, oler y sentir la presencia alrededor de limoneros ,naranjos ,palmeras, ficus ,higueras, pinos, el piar de pájaros diversos , el atrevimiento de unos patos que llegaban hasta nuestros pies y hasta la fastuosidad de un pavo real blanco abriendo la cola. Con todos estos materiales fue facil construir en mi mente un escenario ideal para representar y luego recordar momentos felices, pasados en este mes de abril en tierras alicamtinas y murcianas.
La tarde la dedicamos a Orihuela a contemplar sus procesiones y mi propuesta personal de acercarnos hasta la casa donde vivio Miguel Hernandez. , mi poeta favorito junto con Machado y Lorca
Durante una procesión, los pasos que desfilaban me hicieron recordar lo que el Nuevo Testamento, Machado y Serrat, relataban, decían o cantaban de los personajes que se representaban en cada uno de ellos.. Vi a un Jesús ,subiendo al Calvario, cansado, agotado, sufriendo con la cruz pesada que llevaba. Vi al Cristo , crucificado, "siempre con sangre en las manos, siempre por desclavar" y vi una madre dolorosa, llorando en su soledad ,por lo que estaba pasando su hijo.
Luego fuimos hasta la falda del Monte de San Miguel , y allí estaba la humilde casa donde vivio Miguel Hernández desde 1914 a 1934. Y otra vez los datos que aprendí en los libros de historia, me hicieron reflexionar sobre la vida del que allí vivió. Y vi al poeta, subiendo penosamente, y constantemente humillado, a su Gólgota de las prisiones y cárceles de la post guerra civil española . Vi al poeta, agonizando lentamente atado a la cruz de la tuberculosis, mantenido por los clavos del hambre, la sed y el sufrimiento durante años. Y también vi a otra mujer, Josefina, obligada a vivir en soledad , a sacar adelante a sus hijos , aunque para ello , como diria su marido
" En la cuna del Hambre
mi niño estaba
Con sangre de cebolla
se amamantaba
De vuelta a casa, soñando despierto al lado del conductor, me inventé una transfiguración. La caras de Cristo y Maria eran las de Miguel y Josefina, que iban en tronos engalanados con flores ,velas, y cirios , seguidos por piquetes de Gastadores y Romanos, bandas de música, mujeres y niños acompañando al cortejo y una multitud en la aceras , rindiéndoles un tributo de admiración y reconocimiento que en vida no tuvieron. Un frenazo me despertó .Habíamos llegado a casa. Solo fue un sueño, revelador de un deseo inconsciente de reivindicar la figura de un poeta, que a nuestra generación se le negó su existencia y a las posteriores, ya con una democracia , se les permitió ver sus obras ,pero no conocer su vida y sobre todo su sufrimiento y su muerte. Este es el objetivo del artículo, escrito ya en la semana de la Resurrección, en que ya mas alegres pueden hacer que este deseo de unos cuantos españoles pueda cumplirse.
Comprendo que para algunos de mis lectores esta comparación entre Cristo y Miguel ,entre Maria y Josefina, les parecerá irreverente y fuera de lugar, pero yo no he pretendido comparar cuantía de sufrimiento por morir en una cruz o por tuberculosis, ni por lo que pueda sufrir una madre o una esposa, sino que pongo el ejemplos de dos personas que lucharon hasta su muerte por mantener unos valores e ideales de libertad y justicia, y de dos mujeres que supieron acompañar a sus seres queridos en el sufrimiento. Como podría haber puesto el ejemplo de otros hombres y mujeres, que en el pasado o en el presente ,lucharon o luchan por la defensa de esos mismos ideales y si fue necesario murieron o están dispuestos a morir por defenderlos
Alejandro. J. Domingo Gutierrez
Madrid 20 de Abril del 2022