II.- ¿COMO SE LLEGA A LA AGRESION SEXUAL?
Deseo sexual, adicción sexual y agresión sexual, son conceptos ya conocidos desde hace mucho tiempo, pero que han actualizado los medios de comunicación , a propósito del asunto de Iñigo Errejón , expuesto en la primera parte de este articulo. Son tres términos y conceptos , con el mismo apellido , pero distintos entre si. Aunque hay características que les correlacionan, y en algunos casos hasta una cadena causal que les une. Desde un deseo normal, que contribuye a la procreación ,como es el deseo sexual, en sus diferentes grados, hasta la adicción sexual, que es ese mismo placer, pero que genera una perdida de control, una tolerancia, una dependencia y un perjuicio grave en la relaciones sociales de los que lo padecen y hasta llegar a la agresión sexual , en que la obtención de ese placer no cuenta con el consentimiento de la victima , pero si con intimidación y violencia y que ya esta incluido en los delitos contra la libertad sexual. Conceptos diferentes ,pero que pueden unirse, causalmente, y no por simple correlación, cuando se dan unas circunstancias, ambiente, contexto y personalidad concreta. Cadena causal, difícil de romper cuando tratamos de hacerlo en eslabones avanzados, y ya se ve pasar de un deseo normal y natural a un hecho delictivo.
El objeto, de esta segunda parte del articulo, es llamar la atención del lector sobre el hecho de que un problema psicopatológico individual ,como es la adicción al sexo ,puede convertirse en un problema, no solo individual, sino social , éticamente reprobable .como es el abuso sexual o ya claramente delictivo , como se considera la agresión sexual. Y lo que mas me importa ,es llevar a la conciencia de los que lean esto, es que tenemos medios para cortar esa cadena causal , cuando se detectan , se confiesan o se denuncian , en los eslabones mas tempranos, esa hipersexualidad o adicción o abuso que padece esa persona. No es cuestión solo de medicinas, que quita síntomas, sino medidas terapéuticas mas completas que cortan la cadena causal. La denuncia, y el consejo, que doy en este articulo es producto de mi experiencia con pacientes de todo tipo y condición, como especialista de Medicina Interna y Endocrinología, durante mas de sesenta años, en mis consultas de cabecera o de hospital, pero también de mis conocimientos como licenciado en Sociología , y de los mas recientes como aprendiz del Grado de Psicología, a punto de acabarlo. Cada autor que se dedica a reflexionar sobre estos temas, tiene su opinión, y yo expongo la mía, que puede acercarse mas o menos a la realidad, pero es la que yo interpreto en mis largos años de experiencia tratando estos temas.
Todo comienza cuando viene el paciente a la consulta por estar molesto por tener determinados síntomas , que de entrada categorizamos como de ansiedad, depresión, obsesión, dolor crónico o simplemente de síntomas no explicados medicamente, cuando de entrada ,y a pesar de nuestro estudio clínico y complementario, no encontramos causa que justifique ese malestar que persiste en el tiempo y a la medicación. En este caso los médicos tratamos de explicarlos por problemas psicológicos o simplemente malos hábitos que persisten. Y a veces , con unos comprimidos para la ansiedad o la depresión o quitar el dolor, salimos del paso, al no conocer la causa. Y no es la solución, cuando nos limitamos a mirar la pantalla, para ver datos, sino que debemos hablar con el paciente e indagar datos sobre su vida personal, por si encontramos alguna pista para orientarnos sobre las causas de su malestar. Labor nada fácil ,pues los pacientes, en muchas ocasiones no quieren que entremos en sus vidas privadas, aunque en otros casos tienen ganas de que alguien tenga interés en saberlo. Y no sin trabajo, y con paciencia, casi siempre podemos llegar a conocer algo que le tiene preocupado o molesto, como puede ser un problema profesional, familiar, económico o una adición no confesada. Pronto descubrí que entre mis pacientes, sobre todo hombres , existía una adicción sexual., en mayor o menor grado, y que casi todos según las circunstancias personales o contextuales, seguían una conducta o comportamiento con mas frecuencia para satisfacer su deseo. Así se expresaba uno de mis pacientes
" Al comienzo, cuando era joven, inseguro, poco decidido, mi deseo lo satisfacía solo con la imaginación, con masturbaciones mas frecuentes y consumiendo pornografía. Con un poco mas de edad y atrevimiento ,subí un escalón en la satisfacción de mis deseos y aprovechaba aglomeraciones, saludos, reuniones con compañeras de curso , etc, para que sin que se dieran cuenta las tocaba, las acariciaba, y con ello ya tenia base para mis fantasías sexuales. La vida me fue tratando bien, y a una determinada edad ya me sentí mas seguro, tenia buena planta, cierto poder dentro de mi empresa, y pensé que podía subir un escalón mas y satisfacer mi deseo ,ya con mujeres reales y no virtuales,, y mas fácilmente, por ser su jefe y ellas lo guardarían en secreto ,pues les interesaría estar a bien conmigo. Y al principio tuve algún éxito con alguna que se dejo seducir ,y supo callar, pero otras se resistían a dejarse convencer por mi y empecé a pensar que alguna podía denunciarme y adiós a mi puesto o a mi carrera, Y como tenia dinero, el deseo lo apaciguaba pagando a prostitutas, pero por el miedo a contagios, chantajes y a la falsedad de esas relaciones pronto abandone ese camino. Pero como el deseo con cada encuentro sexual, no disminuía ,sino que aumentaba, me encontré en una encrucijada y comencé a sentir molestias físicas y psicológicas que nunca había sentido. Estaba casi siempre en un estado de ansiedad, baje en mi rendimiento profesional, altere mis relaciones sociales, mi vida familiar se rompió con una separación y ,en mala hora, se me ocurrió subir un escalón tratando de obtener el placer de una mujer, sin su consentimiento, utilizándola como una muñeca de trapo, sin pensar siquiera que era una persona a la que podía herir.. Fue en una cena de la empresa y renuncio a detallar lo que paso, solo que lo intente con una antigua compañera , que se negó rotundamente a mi petición y lo confieso, intente acudir a la violencia para conseguirlo ,sin lograrlo. Confiando en su secreto medico, se lo cuento, para que me diga , doctor , como soluciono este problema que ahora para mi es lo mas importante "
Ante esta confesión le remití rápidamente a un psicólogo para su tratamiento, que le sometió a una terapia conductual de la tercera generación, mas contextual que cognitiva, y a los tres meses, el paciente vino un día a la consulta para decirme que estaba mucho mejor y seguía en tratamiento. Le perdí la pista, pero hace unos meses en las paginas de economía de un diario, vi unas declaraciones suyas ,como ejecutivo de una importante empresa, sobre un problema laboral. No siempre el éxito es tan evidente como en este caso, pero ante situaciones y problemas parecidos ,siempre hay que intentar romper esa cadena que lleva de un deseo natural a un proceso psicopatológico de carácter individual y social. Y este es el consejo, y la llamada de atención que quería hacer con este articulo. Aprender de casos ,que se dan en la vida corriente ,como el de Iñigo Errejón, muy conocidos, así como el de otros que pasan desapercibidos ,de los que no tenemos noticias , pero que acaban con una conducta agresiva, repudiada por toda la sociedad. Es la mejor enseñanza que podemos sacar todos, de estos ejemplos, la necesidad de una mayor dedicación de personal y medios a la Salud Mental, hasta ahora bastante descuidada, para impedir que un problema que creíamos solo perteneciente al ámbito personal se vaya poco a poco convirtiéndose en algo social, cada vez mas peligroso. Y es labor de que todos, autoridades, facultativos ,pacientes, ciudadanos en general, colaboren si queremos que estos hechos delictivos derivados de un deseo en principio normal y natural, no aumenten
Alejandro Jose Domingo Gutierrez
Madrid. Cuatro de Noviembre del 2024