jueves, 5 de octubre de 2023

 

MIS PASEOS POR ROSALES. II

 Casos de mala y buena gestión sanitaria

  Como habitualmente me está ocurriendo, desde que soy mayor, ella me reconoció antes, que yo a ella, cuando nos cruzamos, paseando por Rosales. Había sido funcionaria en el antiguo Hospital Militar Generalísimo Franco de Madrid, donde yo estuve muchos años de Internista y Endocrinólogo, y luego de Coronel Director. Después de los saludos protocolarios, y del más protocolario piropo de lo bien que estábamos ambos, su comentario fue para expresar su pena por ver nuestro antiguo hospital vacío, sin utilizar, cuando era tan  bueno y situado en tan buen sitio, mientras que los hospitales públicos, existentes en Madrid, tenían problemas para satisfacer la demanda de camas, que obligaban a los gestores sanitarios a dar altas prematuras o a contratar camas con la sanidad privada. En su trabajo siempre había sido una funcionaria muy responsable, con unos criterios muy claros de eficacia y honestidad, a la hora de tomar decisiones en cuanto a la gestión de recursos, y no comprendía, como muchos madrileños, lo que pasaba con este hospital ,para que estuviera vacío cerrado. 

 Tampoco lo comprendía yo, pero ampliando mi incomprensión a cómo esta fallando  la  gestión de los recursos sanitarios públicos en general. Y decidí escribir un artículo sobre como se realiza esta gestión, aunque  no me atrevía a hacerlo, pues podía prestarse a ser utilizado en campañas de marketing, por partidos o formaciones de carácter político, objetivo muy lejos de mi blog y convertirse en motivo de discusión entre mis lectores. Pero el comentario de esta funcionaria, que podía ser el de cualquier persona corriente que conociera un poco esta circunstancia, y la existencia de otros casos similares, que conocí a través de los medios de comunicación, o personalmente, han terminado de convencerme de la necesidad personal que tengo de escribirlo y aquí está, aunque a unos guste más y a otros menos. 

En el artículo voy a ir enumerando algunos de esos casos, tales como cierres de instalaciones sanitarias, como esta a la que se refería la funcionaria, sin que tengan explicación, inauguraciones de nuevos macro hospitales, también sin muchas razones para su construcción, compra de modernos y costosos aparatos para diagnóstico o tratamiento para luego infrautilizarlos, etc, etc, Algunos de los casos, que enumero en este artículo, los podemos ver reflejados en los Medios de Comunicación, y otros son producto de mi conocimiento personal, en el contexto en que ocurrieron, y todos relacionados con la gestión sanitaria pública a nivel institucional. Pero mi objetivo no es exponer un tratamiento preventivo, para que la sanidad pública no tenga fallos, sino que en este artículo, salgan a reducir motivos por las cuales algo está fallando en la gestión de esta sanidad. Es decir, tratar de diagnosticar estos fallos, para evitar que se presenten en el futuro, o remediarlos, si ya se presentaron. Pero no voy a ser yo el único que me "moje" haciendo un diagnóstico en forma de conclusiones, sino que pido, a todos mis lectores, que también las  extraigan, y me expongan  la suyas, de porqué han ido sucediendo los acontecimientos en los casos que voy señalando. Conclusiones, y diagnóstico, que pueden quedarse a nivel interno y personal o, lo que más me gustaría, que fueran reflejados públicamente en los comentarios a este artículo.

 Pero el objetivo de este, no es el de juzgar, o criticar, la labor de personas o gestores en concreto, al menos yo no lo intento, ni siquiera de instituciones, que supongo  habrán tenido razones para tomar esas decisiones, sino la de señalar, entre todos, lo que técnicamente y en la práctica, en materia de gestión, ha fallado en cada caso, para evitar que vuelva a repetirse  y podamos tener una asistencia sanitaria pública de calidad.  

Primer caso: Es el del antiguo Hospital Militar Generalísimo Franco de Madrid, al cual antes nos habíamos referido. Construido en el año 1950 y remodelado en el 1960, fue un centro sanitario modelo en su época, y fue cerrado en el año 2001, cuando estaba en pleno funcionamiento, incluso, teniendo que dar de alta prematuramente a varios pacientes, entre ellos y como dato anecdótico, a un ex ministro, Mariano Navarro Rubio, entonces  hospitalizado y que falleció poco tiempo después de cerrar el hospital, ese mismo año.          Desde entonces, 22 años, el hospital está desocupado, habiéndose realizado diversas gestiones con distintas instituciones públicas y privadas para darle algún tipo de ocupación. Gestiones, primero para venderlo, que fracasaron por falta de compradores. Luego el Ayuntamiento de Madrid, con Álvarez Manzano al frente, intentó comprarlo dentro de una operación urbanística de compraventa de edificios, pero sin resultado. También la Comunidad de Madrid planteó su adquisición, para destinarlo a Hospital de Crónicos y descongestionar el cercano Hospital Clínico, pero sin resultado positivo. Incluso una institución sanitaria privada cercana, la Fundación Jiménez Diaz, también entró en negociaciones para su adquisición y ampliación de sus instalaciones. 

Y sucedió algo importante en el año 2020, cuando la OMS declara a la epidemia de Covid  como una emergencia de salud pública, que mantendrá hasta mayo del 2023. Los casos aumentan en España, como en otros países y tanto la sanidad pública como la privada se ven desbordadas ante la falta de recursos para atender la demanda, sobre todo a nivel hospitalario público.Y en estas circunstancias, necesitados de centros asistenciales, tenemos en la Calle Isaac Peral, en el centro de Madrid, un hospital cerrado, cientos de camas sin utilizar, mientras se intentan soluciones provisionales para combatir los efectos de la epidemia. Como en Madrid, en que colaborando Comunidad y Ejército de Tierra, levantan un Hospital de Campaña en el  Hospital Gregorio Marañón, al superar este su capacidad de atención. O, también en Madrid, en que se construye, a toda prisa, una especie de lazareto moderno, dedicado al tratamiento de pacientes leves de Covid , denominado Hospital de Isabel Zendal, con objetivos y recursos muy limitados. Y mientras tanto, y en estos tres años oficiales de epidemia, todos podíamos ver ese hospital vacío, entre las calles Isaac Peral, Joaquín María López, Donoso Cortés e Hilarión Eslava, mientras los hospitales estaban llenos, los problemas para la sanidad pública se acumulaban y se intentaban solucionar contratando camas en hospitales privados, con más gasto.

Saquemos todos unas conclusiones de este caso y pensemos, y digamos, que ha estado  fallando en la gestión de este hospital, hasta la fecha, y que se hizo más ostensible y penoso durante la epidemia de Covid.Y el que quiera profundizar más en este tema, haga un estudio comparativo con las gestiones realizadas, para mi acertadas, en el destino que buscaron para  la Policlínica Naval, instalada en la Calle Arturo Soria en Madrid, también destinada al cierre. Si miran ahora donde estaba el viejo edificio de la Policlínica, casi no lo reconocerán, pues hay un cartel que indica quien es el nuevo ocupante " MD Anderson Cancer Center Madrid." que según palabras el ex embajador de España en Washington, Antonio de Oyarzabal", con él se logró la transformación del viejo hospital hospital militar, -ya desaparecido como tal- y su conversión en la gran y moderna clínica actual". Habrá quienes estén en contra de la solución en este caso, convertir lo público en privado, pero no se podrá dudar de lo acertado de la gestión realizada, con beneficio para ambas partes, pero sobre todo en lo que suponía de esperanza para los muchos pacientes con cáncer existentes en España, ante la posibilidad de ser asistidos en un centro tan prestigiosos como el Anderson, sin salir de España para ir a Houston, como tuvieron que hacer en los casos de Rocío Jurado o Belén Ordoñez, aireados por la prensa, o de otros muchos pacientes anónimos, que allí se trataron, cuando la sucursal de Anderson no estaba en Madrid.

Segundo caso: Ante la epidemia de Covid, en Mayo del 2020 se anuncia de forma oficial en la Asamblea de Madrid, los planes para "construir un hospital especializado para ofrecer una respuesta asistencial adecuada ante un posible rebrote del coronavirus" y el 1 de Diciembre de ese mismo año la Presidenta de la Comunidad de Madrid lo inaugura oficialmente, con el nombre de Isabel Zendal. Al tratarse de un centro sanitario monográfico se dedica en exclusiva, desde su comienzo, a la atención de los enfermos leves de Covid y, en atención a esta levedad, se le dota de recursos mínimos en cuanto a instalaciones, material o personal, sin quirófanos, ni UCIs, y se puso ciertas condiciones para el ingreso de enfermos, aunque fueran leves, como que debían ser capaces de tener autonomía para ir al baño o asearse. En el año 2021, cumplió su misión atendiendo a los enfermos leves de Covid, ampliando sus objetivos iniciales con campañas de vacunación masiva. Desde el  principio, hubo la oposición de medios sindicales, que se mostraron contrarios a la construcción del mismo, denunciando traslados forzosos de personal sanitario y los sobrecostes del proyecto, que se elevaban a 150 millones de euros. En Septiembre del 2023 se anunció que el hospital, se utilizaría provisionalmente para pacientes de esclerosis lateral amiotrófica, ya que estaba infrautilizado, pues la demanda de atención para paciente leves de Covid cuantitativamente había descendido mucho.

Actualmente, según fuentes de un sindicato, hay en total 68 pacientes ingresados en el centro, cifra que denuncia la infra ocupación del centro, y para intentar paliar la misma, se ha instalado allí un Centro Coordinador de Emergencias del Summa 112, lo cual lo desvía  totalmente de los objetivos propuestos con su construcción. Como en el caso del Hospital de la Calle Isaac Peral, ahí le tenéis también infrautilizado, demostrando también, que algo ha fallado, con la agravante de los millones que ha costado, mientras que en el otro, no se gastó  nada en construirlo o rehabilitarlo... Me gustaría que entrásemos en considerar únicamente donde han estado los fallos en la gestión sanitaria de todo este proyecto, según la  opinión que tengamos cada uno. Y no tratemos de juzgar criterios y conductas, de partidos o de personas, que han participado en el proyecto, lo cual nos llevaría a una fuerte discusión, posiblemente según las ideas políticas de cada uno, pues el único objetivo de este artículo es que casos, como este, no vuelva a repetirse en el futuro, pues ese es precisamente el consenso, y el deseo, de todos los ciudadanos "de a pie", como usted y como yo, más allá de nuestros ideales y escala de valores.

Alternativas a la construcción de un hospital de 4.000 camas, con un objetivo limitado y temporal, seguramente habría y para eso tenemos gestores sanitarios muy calificados, que posiblemente las encontrarían. Una de ellas hubiera sido solicitar la colaboración de las Fuerzas Armadas, con la prestación de un Hospital de Campaña, igual que se pide la presencia de la UMED del Ejército, ante un incendio que se supone temporalmente limitado. Pero no quiero seguir por este camino, pues dije al principio que con este artículo solo quería diagnosticar fallos y no hablar de tratamientos.

Y aquí acabó el artículo, para no hacerlo demasiado largo, pero seguiré comentando en el próximo, más casos de mala y buena gestión sanitaria, para llegar a unas conclusiones generales sobre los fallos más frecuentes en la gestión sanitaria en la Sanidad Pública, para animar a que nuestros lectores se interesen en el tema y sumen y comenten otros más.

Alejandro José Domingo Gutiérrez

Madrid 3 de Octubre del 2023



        



             

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