MIS PASEOS POR ROSALES. I
Sentir y razonar en política
Casi todos los días nos cruzamos cuando paseamos por Rosales, pero raramente intercambiamos más de dos palabras. Fue antiguo paciente mío, ahora pensionista como yo, y que, profesionalmente, alcanzó altos niveles como funcionario en la Administración del Estado. Esta vez me paró para preguntarme si iba a ir al mitin, convocado por el PP, para protestar por la concesión de una posible amnistía a los independistas catalanes, procesados y condenados. Y casi sin darme tiempo para responder, me animaba a que fuera, si me sentía español y estaba en contra de los que querían romper España. Estaba claro de qué parte estaba, aunque yo nunca había hablado con él de temas políticos contesto a mi compañero de paseo con este artículo, ya que me resulta más cómodo que hacerlo de pie, con lo que eso me cansa. Y aunque lo escriba antes, lo publicaré después de que se celebre este mitin, para que no se juzgue si estoy a favor o en contra del mismo.
Lo primero que quiero decirte, querido amigo, es que en este artículo, no voy a entrar en el tema si se debe convocar, o no, ese mitin, pues tendríamos que exponer cada uno de los argumentos para considerarlo, o no, necesario y conveniente. Lo cual nos llevaría algún tiempo, y no sé si, al final, coincidiríamos, o discreparíamos, en la verdad y credibilidad de esos argumentos, y según las fuerzas de convicción de cada uno de ellos, tomar la decisión de acudir, o no, a dicho acto.
Lo que si quiero entrar en este artículo es comentarte, querido copaseante por Rosales, cómo debía de ser, para personas corrientes, como tú y como yo, nuestra participación en la política de este país, que en la práctica se limita en la designación de nuestros gobernantes y sus formas de gobernar, dejando para otros un papel más importante y complicado, como es la participación ciudadana en política, jugando un papel en la democracias directa. Solo me gustaría comentarte que cualquier ciudadano, "de a pie" como nosotros, antes de tomar una decisión de trascendencia política, como puede ser asistir al mitin de un partido, afiliarse al mismo o echar su papeleta en las urnas, meditase un poco antes de tomarla.
Estas decisiones respecto a nuestra conducta a seguir, cuando se presentan estas ocasiones, suelen esta dictadas por nuestros ideales o nuestra escala de valores, y estos están construidos:
a.-En unas personas, son la emociones las que predominan en la formación de esos ideales, y estas, y su conducta política, viene dictada por razones familiares, de amistad, de simpatía hacia líderes o sencillamente por su fácil aceptabilidad de todo lo que le cuentan los partidos, con datos amañados y noticias, unas veces verdaderas y otras falsas.
b.- En otras personas, son, sobre los razonamientos, cómo construyen sus ideas políticas, estudiando los programas de las distintas formaciones políticas y calibrando sus ventajas e inconvenientes, para quedarse con la que mas les convencen para lograr el bienestar del individuo y del grupo y adaptando su conducta a esos ideales. En este grupo predominan más razones internas, que externas, al revés de los que se guían solo por la inteligencia emocional, mas proclives a dejarse convencer por un buen marketing externo. El marketing y la propaganda partidista, puede afectarles, pero no tanto como al anterior.
c.- Y en otras, emociones y razonamientos, se alternan en tiempo y espacio, según muchos factores, "aprovechándose del sol que más calienta" para construir sus ideales y su conducta y no les importa mucho que conozcan su transfuguismo, si eso conviene a sus intereses. Son personajes que inicialmente triunfan en política, pero al final fracasan, según les vamos conociendo.
¿ Y a qué grupo aconsejo que te integres? Eres libre, por supuesto, de integrarte, en el que quieras, con todo el derecho del mundo. Pero yo te aconsejaría, apoyándome en los conocimientos teóricos, que me dió la licenciatura en Políticas, y sobre todo, en la experiencia, de haber alcanzado la cumbre de los 90, que te unas al grupo, al de los razonadores, al cual yo creo pertenecer. Pero eso sí, que nos admitan cierta flexibilidad para formar parte del grupo, como aceptar también a los que admitan algún protagonismo a las emociones en sus ideales y conducta. Es lo que me pasa a mí, que cuando razono, no puedo olvidar la faena gorda que le hicieron a mi padre, los de un lado, y los razonamientos ya no son tan desapasionados y perfectos para inclinarme de un lado u otro. Y puede que te pase también a ti, aunque quizá al contrario, el que no puedes olvidar el disgusto, emoción desagradable, que te dieron los propios tuyos, al quitarte aquel ascenso que te pertenecía, pero que se lo perdonaste, pues fueron más los momentos agradables que te dieron a lo largo de tu vida. Esta vez, aguantaste la emoción, y seguir el razonamiento, te vino bien. Podría escribir más del tema, pues da para mucho más, pero para ser nuestra primera charla política, ya es suficiente.
Respondiendo a tu pregunta, de si voy a ir o no al mitin, te diré que estuve estudiando las razones para ir o no ir, y no niego que razonando, y dando papel a alguna emoción, decidí...........
Alejandro José Domingo Gutiérrez
Madrid 29 de Septiembre del 2023
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