RECETAS PARA VIVIR MAS Y CON MAS CALIDAD DE VIDA                                                                IV.- ACTIVIDADES MENTALES

              A la hora de elegir una actividad que estimule la mente, el lector puede elegir entre gran número de ellas. Unas, se suelen realizar individualmente, como; los crucigramas, laberintos, sudokus, puzzles, rompecabezas, videojuegos, etc, etc, etc. Otras, en parejas o grupos, como; los juegos de cartas de mesa, juegos de memoria, ajedrez, dominó. Y otras son dirigidos por expertos dedicados a actividades cognitivas más específicas, como; atención, memoria, lectura, redacción, que se desarrollan en los Centros Municipales de  Salud, Centros de Tercera Edad, Residencias, etc. El objetivo de todas estas actividades es contribuir a tener una actividad cerebral funcional normal, evitando las pérdidas cognitivas de cualquier tipo.

 La primera consideración a tener en cuenta, es precisar qué sector de población debe realizar esas actividades, muy beneficiosas para su salud mental. De entrada, ningún sector debe quedar excluido de su realización y beneficios, pero existe absoluta necesidad de realizarlas en algunos casos, por la existencia de algún factor de riesgo, congénito o adquirido, que esté actuando negativamente sobre la mente y su funcionamiento. Los objetivos y beneficios de la Medicina Preventiva tienen aquí un buen campo de aplicación.

La segunda consideración, se refiere a la edad en que deben empezarse a adquirir el habitó o la costumbre, de realizar estas actividades. Si aconsejamos que lo comience ya, a un hombre o mujer de cuarenta años, lo más fácil es que nos diga que él, o ella, están bien de la cabeza, y sin problemas mentales, para perder el tiempo con estas actividades, cuando lo necesitan para pensar, sentir o tomar decisiones en su profesión, oficio, trabajo, relaciones familiares, personales, etc. Si la pregunta se la haces a uno que pasó de los ochenta, seguramente estará más interesado en estas actividades, pero nos dirá que ya es tarde para empezarlas y además que a él, ya le servirá para poco. Y ambos se equivocan, pues pueden y deben ser realizadas desde cualquier edad, y cuanto más precozmente se realicen, mejor.

La tercera consideración, es que para realizarlas mejor, con mas ánimos y continuidad, debemos conocer, un poco, el porqué y para que las realizamos, y qué beneficios obtenemos con su práctica. Saber de antemano el premio que vamos a obtener por realizarlas, nos animará más a emprenderlas, sobre todo esos días, que nos apetece poco, dejar la comodidad del hogar para salir y pasar frío, o calor, en la calle. Voy a intentar explicarles esas razones  para motivarles a que dediquen algún tiempo más a esas actividades, aunque me tenga que meter en el terreno, siempre peligroso, de vulgarizar un poco, mecanismos tan complejos e importantes, como los procesos mentales.

    Primero: Igual que las actividades físicas, tienen como objetivo conservar o mejorar la función de células responsables de la parte física del organismo, como las que forman los músculos, huesos, etc, las actividades mentales, que al inicio hemos enumerado, van a influir en la vida y función de otro tipo de células existentes en el cerebro, que son las neuronas, que con sus prolongaciones, axones y dendritas, los elementos químicos fabricados por ellas y las células de la glía, son las responsables de esa vida mental.

    Segundo: Cuando lees ese libro o el periódico, cuando estas jugando a las cartas, o realizando otras actividades mentales, estas mandando información y mensajes a esas neuronas e interviniendo en alguna de las funciones que realizan habitualmente como la de mantener la atención, conservar la memoria, producir el habla, etc,etc. Y este entrenamiento mental, que estás haciendo con esa actividad, sirve inconscientemente para que esa función se conserve y no disminuya con la inactividad o el poco uso.

     Tercero: Esas neuronas del cerebro no funcionan en solitario sino que con sus axones, dendritas y neurotransmisores, actúan en grupos, formando redes, encargándose cada una de una determinada función de la mente. Con esa actividad que haces, sin apenas darte cuenta, leyendo o jugando al ajedrez, estás contribuyendo a mantener esa función que ya existía, pero que se iba deteriorando con la edad o por alguna enfermedad que se está iniciando. Y eso lo logras, tu solito, creando o aumentando, con tu actividad, las redes neuronales con nuevos elementos y conexiones, que compensan lo perdido o incluso eliminando las que ya no las utilizabas, ahorrando gasto energético.                                            

    Cuarto: Pero incluso con tu actividad mental puedes recuperar tejidos y funciones perdidas, algo que antes se negaba, pero los últimos descubrimientos en neuroplasticidad  cerebral lo confirman. La neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones y circunstancias. Si por una enfermedad, un traumatismo, o la edad, se pierden neuronas, otras pueden formarse, aunque sin llegar, al parecer, al total de las pérdidas. Pero ya es algo, pues te va a suponer recobrar algunas de las capacidades de las que ya no disponías. Esta neuroplasticidad se puede estimular con una serie de procedimientos y técnicas como las de estimulación sensorial  pero también con estas actividades mentales que estamos defendiendo.

    Quinto: Existen numerosos dispositivos que facilitan los procesos mentales que realizamos en nuestra vida habitual, como Ordenadores, Tom-Tom, pizarras electromagnéticas, etc, etc. Y si quieres saber qué significa, y cómo se escribe," tachuela", o el camino más corto para ir a la "Plaza San Abundio", si es que no lo sabes, o no te acuerdas o no tienes mucha ganas de acudir a la memoria, habitualmente y con rapidez, vas al ordenador y al teclado, o al Tom-Tom, escribes, o pronuncias, la palabra o el destino, y ellos te contestan y te lo aclaran con un texto escrito o con un relato hablado, con una voz metálica. Pero esto no desmerece, ni resta importancia a nuestras actividades mentales, que son necesarias, a pesar de la existencia de estos dispositivos. Es más, y exagerando un poco, si utilizamos siempre, y en todo momento, sin control esta ayuda extra que se nos ofrece, para sustituir nuestros pensamientos, sentimientos o emociones, puede llegar el momento en que estos productos de nuestra mente desaparezcan al eliminar, por desuso, "los programas" que la naturaleza o nosotros, habíamos introducido en nuestra mente. La consecuencia es que llegaremos a no saber ni hablar, ni estar atentos, ni tener representación de palabras o sucesos en nuestra memoria, ni habilidades por el estilo, que nos hacen retroceder en nuestra evolución como seres humanos.

  Por estas razones, desde la experiencia de mis 90 años, les aconsejo que realicen habitualmente actividades mentales, no solo para vivir mejor sino con más calidad de vida. Y a propósito de este objetivo último, no cedo a la tentación de darles una razón más, esta vez de naturaleza patriótica. En El País, de ayer, publicaron un resumen de un estudio riguroso de la Natixis Investment Managers, en el cual califican la calidad de vida de ciudadanos de 44 países, teniendo en cuenta, las finanzas en la jubilación, el bienestar material, el acceso y coste de la salud y la calidad de vida en general. Y, para vergüenza  nuestra, España ocupa en el ranking mundial, el número 37 de esos 44 países analizados, el último europeo, y por debajo solo tenemos a China, Rusia, México, Colombia, Turquía, Brasil e India. La desigualdad de los ingresos, la renta per cápita y la precariedad laboral, es lo que más afecta en el bienestar material de los jubilados españoles, para caer en este puesto tan bajo. Y aunque es poco lo que seguramente podremos arreglar usted y yo, para modificar estos factores, a niveles globales macroeconómicos, sí que podemos contribuir algo a mejorar esa calidad de vida a nivel individual con estas actividades mentales o físicas. Y sumando esas mejorías individuales, la suya y la mía, seguro que lograremos ascender a nuestra nación en ese ranking mundial del estudio francés, con el cual pueden estar ustedes más o menos de acuerdo.

   

                                  Alejandro José Domingo Gutiérrez                                                       Benidorm 13 de Septiembre del 2023