EL MUNDO VISTO A LOS 87 AÑOS
La farmacia de ayer, la de hoy y la de mañana
I.- La farmacia de antes
Una noticia de la televisión me dio motivo para escribir esta serie de capítulos. La noticia anunciaba que en un futuro muy próximo la adquisición de las medicinas se realizaría a traves de Amazon y las oficinas de farmacia o no tendrían razón de ser o se convertirían en los almacenes de la gran multinacional. Y ante esa noticia me revelé por mi gran vinculación con la farmacia y me animé con escribir en mi blog lo que pienso, y temo ,de ese futuro que deseo no llegue nunca de esa forma
Estamos en el año 1940, tengo siete años y estoy viviendo en un pueblo cercano a Madrid, Perales de Tajuña, en una casa de la Calle Mayor Alta, donde mi madre tiene instalada la farmacia de la cual es titular. Los recuerdos que ahora recupero, de las vivencias almacenadas y codificadas a esa edad , son mas flaxes o fotografías en movimiento ,que vídeos, pues mis redes neuronales no están tan interconectadas y tan interactivas como antes y los recuerdos no van ya tan enlazados.
La vivienda estaba arriba y la oficina de farmacia en el piso bajo. Portal, mostrador, una primera habitación a la derecha, con estantes en los que veo algunos medicamentos como Pastillas Juanola,Calmante Vitaminado,Linimento Sloan , Kina Santa Catalina, pero sobre todo unos tarros de cerámica blancos con una letras azules que llenaban esos estantes componiendo un cuadro, que por producirme una gran impresión, si que recuerdo muy bien. Mas hacia dentro , otra habitación llena de utensilios curiosos a los que poco a poco fue conociendo por sus nombres como balanza de precisión en urna de cristal con sus pesas, pipetas ,probetas, matraz, almirez, pildorero, frascos de cristal con formas raras , botes que contenían sólidos y líquidos, etc,etc, y una mesa donde preparaban las formulas magistrales, y con cajones con documentación y libros.
A la izquierda del portal se encontraba otra habitación que actuaba como rebotica y salón de estar en la cual mi padre, medico, sin poder ejercer su profesión por estar represaliado, jugaba sus partidas de mus con los guardias civiles del cuartel de enfrente de la la casa y prestaba mucha atención a lo que escuchaba en una radio de esas antiguas de tela ,acerca de si los alemanes avanzaban o retrocedían en la Segunda Guerra Mundial y de la posibilidad de un triunfo de los Aliados, que cambiaran al que mandaba en España.
Los clientes entraban solicitando alguna medicina o llevando una receta con una formula magistral prescrita por el medico o pidiendo tantos gramos de cualquier producto ,como ácido salicílico para conservar el tomate o bicarbonato de sosa para el estomago.. Y de paso preguntando a mi padre, mancebo de botica ocasional, por si había llegado de Madrid algún remedio nuevo para esta o aquella enfermedad.
Y esta era una oficina de farmacia de uno de tantos pueblos de España. Estamos en los años cuarenta del siglo pasado y la actividad principal del farmacéutico estaba en una oficina de farmacia, en una botica, preparando formulas magistrales como pomadas, bálsamos píldoras ,etc, según lo recetado por el medico o lo leído en la Farmacopea y solo de vez en cuando, vender un producto ya preparado y envasado que le enviaban desde el Centro Farmacéutico de Madrid en Auto Res o Autobuses Ruiz. Su otra actividad era la de informar, y aconsejar, a los clientes que así se lo pedían respecto a que tomarían para este o aquel mal, y escuchar los problemas personales de sus convecinos deseosos de exponer sus preocupaciones y temores, o la conducta poco edificante de sus maridos en tiempos del machismo mas intenso, en que a la mujer le tocaba sufrir y callar o quejarse a la vecina o al farmacéutico
Mi vinculación con la farmacia como Licenciado en la misma, como hijo sobrino , hermano y tío de farmacéuticas, y por haber vivido durante catorce años en la misma casa donde mi madre tenia la farmacia ,creo que me permite exponer como he visto la evolución de esta profesión y rama del saber en estos años de mi vida .No pretendo escribir una Historia de la Farmacia, que ya lo han hecho brillantes historiadores por mi, sino solo activar, y comentar, recuerdos de vivencias que conservo aun circulando por mis neuronas y que están relacionadas con el tema farmacéutico y que me sirven para hacer algunas reflexiones personales sobre ello.
Estamos en el año 1940, tengo siete años y estoy viviendo en un pueblo cercano a Madrid, Perales de Tajuña, en una casa de la Calle Mayor Alta, donde mi madre tiene instalada la farmacia de la cual es titular. Los recuerdos que ahora recupero, de las vivencias almacenadas y codificadas a esa edad , son mas flaxes o fotografías en movimiento ,que vídeos, pues mis redes neuronales no están tan interconectadas y tan interactivas como antes y los recuerdos no van ya tan enlazados.
La vivienda estaba arriba y la oficina de farmacia en el piso bajo. Portal, mostrador, una primera habitación a la derecha, con estantes en los que veo algunos medicamentos como Pastillas Juanola,Calmante Vitaminado,Linimento Sloan , Kina Santa Catalina, pero sobre todo unos tarros de cerámica blancos con una letras azules que llenaban esos estantes componiendo un cuadro, que por producirme una gran impresión, si que recuerdo muy bien. Mas hacia dentro , otra habitación llena de utensilios curiosos a los que poco a poco fue conociendo por sus nombres como balanza de precisión en urna de cristal con sus pesas, pipetas ,probetas, matraz, almirez, pildorero, frascos de cristal con formas raras , botes que contenían sólidos y líquidos, etc,etc, y una mesa donde preparaban las formulas magistrales, y con cajones con documentación y libros.
A la izquierda del portal se encontraba otra habitación que actuaba como rebotica y salón de estar en la cual mi padre, medico, sin poder ejercer su profesión por estar represaliado, jugaba sus partidas de mus con los guardias civiles del cuartel de enfrente de la la casa y prestaba mucha atención a lo que escuchaba en una radio de esas antiguas de tela ,acerca de si los alemanes avanzaban o retrocedían en la Segunda Guerra Mundial y de la posibilidad de un triunfo de los Aliados, que cambiaran al que mandaba en España.
Los clientes entraban solicitando alguna medicina o llevando una receta con una formula magistral prescrita por el medico o pidiendo tantos gramos de cualquier producto ,como ácido salicílico para conservar el tomate o bicarbonato de sosa para el estomago.. Y de paso preguntando a mi padre, mancebo de botica ocasional, por si había llegado de Madrid algún remedio nuevo para esta o aquella enfermedad.
Y esta era una oficina de farmacia de uno de tantos pueblos de España. Estamos en los años cuarenta del siglo pasado y la actividad principal del farmacéutico estaba en una oficina de farmacia, en una botica, preparando formulas magistrales como pomadas, bálsamos píldoras ,etc, según lo recetado por el medico o lo leído en la Farmacopea y solo de vez en cuando, vender un producto ya preparado y envasado que le enviaban desde el Centro Farmacéutico de Madrid en Auto Res o Autobuses Ruiz. Su otra actividad era la de informar, y aconsejar, a los clientes que así se lo pedían respecto a que tomarían para este o aquel mal, y escuchar los problemas personales de sus convecinos deseosos de exponer sus preocupaciones y temores, o la conducta poco edificante de sus maridos en tiempos del machismo mas intenso, en que a la mujer le tocaba sufrir y callar o quejarse a la vecina o al farmacéutico
Esta función informativa, y consultiva , de las farmacias era importante para los vecinos del pueblo con algún problema de tipo medico problemas que podían tener tres grados de gravedad. Para los problemas, en que esta gravedad era mínima, un arañazo, una pequeña contusión, era la vecina la que proporcionaba un remedio casero de su botiquín o de su experiencia en problemas similares. Cuando el problema era de mayor gravedad, como una simple diarrea, un picor, un dolor poco intenso, la consulta se hacia al boticario o boticaria, que le proporcionaba un remedio de su farmacia. Y si el problema era ya mas importante o continuado se iba a D. Carlos, el medico para que lo solucionase. La farmacia , o su puerta, era también un sitio de encuentro, un punto de información, el " mentidero" medieval o , el "Sálvame" de la época. De allí salían las noticias, los chismes, las habladurías y también como positivo la resolución de algún problema personal que no tenían otro sitio para solucionarse. Otra función de la farmacia tenia que ver con la salud publica, proporcionando al ayuntamiento los productos que se necesitaban para acabar con los animales dañinos que asolaban las cosechas o infectaban el pueblo, como las ratas, que salian de las alcantarillas y podían con sus mordeduras transmitir enfermedades. En las epidemias, y en aquel tiempo hubo algunas y muy importantes, los farmacéuticos formaban parte de una especie de Junta de Sanidad para tomar medidas para evitar la difusión de la epidemia. Y si me apuran relataría otra función, esta vez en el plano de la economía de Perales. A la salida del pueblo había una conservera, donde los ricos tomates de la vega eran envasados , pero también esta labor se realizaba en muchas casas del pueblo. Y para esta conservación se necesitaba acido acetil salicílico ,que los vecinos compraban en la farmacia, y desde pequeño estoy acostumbra a oír aquello de " deme dos pesetas de acido para el tomate" . Y la caja de la farmacia, , notaba mucho esta campaña de la conservación del tomate, mejorando la economía de la familia de la farmacéutica, que distaba mucho de ser desahogada, y mas con familia numerosa, en tiempo de post guerra,, como en nuestro caso en un pueblo y en esa época de los años 40 del pasado siglo Pero esta labor tan buena, no tenia el reconocimiento debido , problema que ha sido de siempre y que, aunque yo era pequeño ,ya me daba cuenta de ello, sobre todo cuando lo comparaba con el prestigio y la categoría que daba la gente al medico. En la escuela, ellos eran los hijos de D. Carlos ,el medico, yo el hijo de la Sra Ventura, la boticaria, como si tuvieran distinto grado de titulación su padre y mi madre. Y lo que peor me sentaba era cuando mis condiscípulos querían enfadarme y cantaban coplillas , de tipo nutricio alimenticia ,como esta
Boticario, canario
patas de alambre
que tienes a tus hijos
muertos de hambre
o aquella mas erótica, referente a los atributos del farmacéutico
A la botica niña, no vayas sola
porque el boticario gasta pistola
gasta pistola niña y también trabuco
para las niñas guapas que son de su gusto
Y aunque entonces quizá no entendía bien la metáfora, lo tomaba siempre como un insulto acerca de la maldad y poca fiabilidad de la clase farmacéutica y mas concretamente de mis padres, una farmacéutica y el otro ejerciendo casi como tal . Problema de reconocimiento ,repito, que todavía existe.
Esta era la farmacia de antes, la de ayer y esto era lo que significaba, no solo para la salud y la vida de las personas individuales, sino también para la colectividad . En el próximo capitulo dibujaremos lo que es la farmacia de hoy y las funciones del farmacéutico en otras facetas profesionales, como investigación, producción de medicamentos, salud publica, etc, actividades ahora ya consolidadas y generalizadas y antes menos reglamentadas y practicadas por los titulados en farmacia
Alejandro. J. Domingo Gutierrez
Madrid 20 de noviembre del 2020
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